Desde pequeños se nos dice que no es bueno dejar las cosas para el último momento pero, en el fútbol, puede llegar a ser una virtud. Un ejemplo claro de ello lo ha puesto el Rayo Vallecano en los encuentros frente al Albacete y al Zaragoza. Los de Míchel no se ponen nerviosos y esperan su momento con paciencia.
Sobre la bocina en Albacete y a golazo limpio con los maños
En tierras manchegas con el Albacete primero y en Vallecas con el Zaragoza después, los de Míchel no estuvieron acertados en la primera parte. Se crearon ocasiones, sí, pero no se llegaron a concretar. Sin embargo, en la segunda, se desataron dos tormentas perfectas.
En el Carlos Belmonte hubo que esperar hasta el minuto 86 para que Raúl de Tomás anotara el tanto de la victoria. Sin embargo, frente a los maños, el propio RdT y Trejo desarbolaron a los de Natxo González con dos auténticos golazos.
Próxima parada: Barcelona. Frente al filial blaugrana se verá si continúa la misma dinámica o si se consigue encarrilar el encuentro en los primeros 45 minutos.