Volar se ha convertido en algo muy habitual, y en gran parte es fruto de las buenas tarifas que ofrecen las compañías de bajo coste desde su aparición en el mercado. A principios de los años 90 han conseguido abaratar los costes de los vuelos de forma notable. En este artículo vamos a comentarte cuáles son los secretos del éxito de este tipo de compañías y por qué han proliferado en nuestros aeropuertos
¿Por qué funcionan las aerolíneas de bajo coste?
Precios bajos
Es evidente que podemos obtener precios muy económicos si compramos los billetes con suficiente antelación. Por ejemplo, realizar un Alicante-Londres ida y vuelta por 30 €. Esto permite que podamos ir a muchos destinos diferentes de todo el continente por un precio mucho más que atractivo. Además, estas aerolíneas suelen lanzar ofertas muy atractivas en momentos puntuales o si vuelas en fechas muy concretas. Esto no deja de ser un aliciente para los usuarios, que vengas y la oportunidad de conocer un destino por un precio muy asequible.
Pagas por lo necesario
El aerolínea de bajo coste se paga exclusivamente por el derecho a las ciento, y algo de equipaje que puedas llevar en cabina y que no exceda de las medidas permitidas. Todo lo demás tiene un coste, desde el servicio de catering, hasta la elección de asiento, pasando por no llevar la tarjeta de embarque en el móvil y que te la deban imprimir en el mostrador. Una aerolínea de bajo coste tiene multitud de recursos para ganar dinero, siendo el usuario el que elige en todo momento por lo que quiere pagar.
Suelen ser puntuales
Esto se debe a que suelen conectar aeropuertos secundarios y otros que no son demasiado grandes, con algunas excepciones. Por ejemplo, Ryanair opera desde Madrid o EasyJet tiene muchos vuelos desde Gatwick.
Al tratarse de aeropuertos pequeños, la posibilidad de retrasos suele disminuirse. Ahora bien, estos también ocurren. Que una aerolínea sea de bajo coste no le exime de lo que dicta la legislación europea en cuanto a los retrasos aéreos. La normativa es muy clara en este sentido, si se produce una demora superior a tres horas y que no tenga que ver con causas ajenas al aerolínea, como la meteorología, tienes derecho a reclamar y obtener una compensación. Infórmate por el enlace de cómo es el proceso y por qué es interesante que lo inicies.
Operan por internet
El funcionamiento de estas aerolíneas a la hora de vender billetes es mediante sus páginas web o aplicaciones para móviles. Esto permite ahorrar en el alquiler de oficinas y, por tanto, pueden repercutir ese ahorro en los precios finales de los billetes. En todo caso, cuando tienes algún problema con una aerolínea de bajo coste, ponen a tu disposición diferentes canales para que puedas resolver la incidencia.
Igualmente, los salarios del personal que trabaja para estas aerolíneas son tan elevados como los de otras. Por tanto, también consiguen ahorrar dinero de esta manera y lo pueden repecurtir en los precios de los billetes.
Un solo modelo de avión
Las aerolíneas grandes utilizan diferentes tipos de aviones porque conectan destinos de rango diferente. Por ejemplo, la compañía Iberia tiene aviones pequeños turbohélices para conectar las islas Baleares con la península, y gigantes de la aviación como el Airbus A 350 para vuelos intercontinentales. Esto conlleva que deba tener personal adaptado a las características de esos aviones para poder mantenerlos y repararlo. En el caso de Ryanair, por poner un ejemplo, esta opera exclusivamente con el Boeing 737-800. Esto les permite alcanzar con ese modelo de avión, su distancia máxima, dentro del continente europeo, a la vez que ahorran costes de mantenimiento.
Aeropuertos seleccionados para pagar menos
Las tasas que una aerolínea tiene que pagar en un aeropuerto dependerán de si este se trata de un punto estratégico importante o bien, se trata de un aeropuerto secundario. Las aerolíneas de bajo coste vuelan a aeropuertos secundarios de grandes capitales, además de otros con los que no existe demasiada frecuencia. En estos aeropuertos secundarios, las tasas son bastante más pequeñas, y el usuario no suele tener demasiados impedimentos para recorrer un trayecto algo mayor en autobús para llegar a su destino. Por ejemplo, un usuario que desee volar a Barcelona probablemente conseguirá un precio mucho más económico si vuela a Reus, que tampoco se encuentra demasiado apartada de esta capital.
Volar en low-cost es seguro
Uno de los falsos mitos que siempre se les ha atacado a las aerolíneas de bajo coste es que ahorran en mantenimiento o en combustible. Esto no es cierto, ya que cualquier línea aérea que opere en continente europeo debe estar sujeta a unos mínimos que sean comunes para todas. Por tanto, la seguridad a la hora de volar en una aerolínea low-cost siempre está fuera de toda duda. Si deseas volar a buen precio, una aerolínea de bajo coste te permitirá hacerlo sin que tu seguridad se vea comprometida en ningún momento.
Estas son las principales razones del éxito de las aerolíneas de bajo coste, compañías que se esfuerzan en seguir proporcionando a los usuarios la mejor experiencia. Volar a buen precio es posible si consigues comprar tus billetes con anticipación y elegir los días más propicios para obtener un buen precio. En caso de que tu compañía de bajo coste tenga una demora importante, su condición de low-cost no es ningún tipo de impedimento para que puedas iniciar la reclamación oportuna.