
LA ESCUADRA
Este viernes hubo un Lugo – Rayo Vallecano. Un partido muy importante dentro de lo poco importante que es el fútbol. Ya se hablaba en los prolegómenos. Algo había ocurrido y se iba a guardar un minuto de silencio. Desgraciadamente, Rosario Peinado, la tía de Fran Beltrán había fallecido. Cuando se confirmó, lo primero que hice fue revisar la hoja oficial de alineaciones. No me lo podía creer.
Cualquiera que haya perdido un ser querido sabe lo que eso supone. El dolor que te recorre por dentro. Pues con ese dolor, Fran jugó un partido de fútbol de élite. Dieciocho años le contemplan y ya representa uno de los mayores orgullos de todo un barrio. Ya se vivió una situación parecida cuando Paco Jémez convocó al joven Joni Montiel tras el fallecimiento de su padre para un encuentro de Primera división en San Mamés. Para allá que fue el mediapunta, todo dolor y pundonor.
Fran no pudo aguantar las lágrimas durante el minuto de silencio, cómo iba a poder. Eran las lágrimas de cada uno de los aficionados, grandes y pequeños, que acuden a alentarle cada domingo. Eran las lágrimas de cada jugador que se ha vestido alguna vez la franjirroja, porque ayer lo importante no eran los goles o el ascenso, sino que uno de los nuestros lo estaba pasando muy mal y había que estar con él.
Las redes se llenaron de mensajes de apoyo, sus compañeros fueron a abrazarle justo antes del partido y, cuando finalizó el choque y volvió a derrumbarse, ahí estaba toda la familia rayista para arroparle. Decía Alberto García, el capitán, que ellos se enteraron de la fatídica noticia en el hotel. Inmediatamente fueron a la habitación de Fran a ver cómo estaba y a ofrecer lo que fuese necesario en esos difíciles momentos. Cuando supe que fue Fran el que casi les animaba a ellos no me sorprendió nada, rebosante de entereza y de una madurez impropia de su edad.
Fran Beltrán es eso: Coraje, Valentía y Nobleza. Es el que más corre, el que más pelea, el que más se deja sobre el campo… y fuera de él, porque este chico es un ejemplo de garra, lucha y profesionalidad. Mucha fuerza amigo y un abrazo muy grande de mi parte y de toda la familia de Unión Rayo.
