El Rayo Vallecano quería salir a la contra y lo hacía gracias a una jugada de balón dividido de Fran García. El lateral se quedaba tirado en el suelo después del golpe con Álex Perez mientras que sus compañeros salían corriendo al área rival.
Cuando la contra llegaba al área del Logroñés, el colegiado detenía el juego. Esto en principio parecía molestar a los jugadores del Rayo que ya olían la forma de finalizar la jugada. Una vez detenido el juego todo el mundo corría hacia la otra parte del campo, donde Fran García era atendido por los servicios médicos.
El lateral poco a poco se recuperaba del golpe y se ponía de pie. Tras ser atendido en la banda, el colegiado revisaba su estado y daba el visto bueno a que regresase al terreno de juego, dejando toda la acción en un susto.