Corren buenos tiempos, en relación a la historia del club, para el primer equipo del Rayo Vallecano. Son ya tres temporadas consecutivas en Primera División sin sufrir de cerca el agobio y peligro de un descenso hacia la actual Liga Hypermotion. Sin embargo, la realidad no es la misma para el filial, donde la gestión desde las altas esferas del club se ha traducido en el abandono hacia la cantera. De hecho, la temporada pasada el filial descendió de 3ª RFEF (la quinta categoría), aunque la ampliación de equipos en el grupo se tradujo en una permanencia en los despachos.
Francisco Rodríguez, actual entrenador del Rayo Vallecano, ha dejado en evidencia en la rueda de prensa previa al partido frente a la Real Sociedad ese destierro en el que viven. “En todos los equipos que he estado siempre ha habido canteranos en las convocatorias y en las alineaciones. Aquí es verdad que la diferencia que hay con nuestro filial es muy lejana, y competir en Primera División con lo que se está jugando el equipo no te permite estas situaciones. A mi me gustaría, pero de momento es precipitado habiendo tanta distancia entre Primera División y 3ª RFEF.”
Desde hace bastantes temporadas son escasos los jugadores que han ascendido desde el segundo equipo rayista. Y mucho menos los que han podido asentarse. Diego Méndez, Martín Pascual, Pablo Muñoz, Miguel Morro y Mario Hernández son los nombres más recientes. Los dos primeros continúan en el equipo y apenas han tenido participación esta temporada en Copa del Rey (el segundo podría salir cedido en estos últimos días de mercado). El tercero era una promesa del filial que se marchó traspasada en verano al RC Deportivo, mientras que los dos últimos han residido en el último lustro en la primera plantilla con escasa participación.
Un caso muy particular es el de Joni Montiel, que tras ser uno de los militantes del doblete del Juvenil A en 2015 y debutar con 16 años en La Liga EA Sports a las órdenes de Paco Jémez, ha visto estancada su progresión. A sus 25 años, este viernes se oficializó su cesión al Burgos CF, su séptimo club, y su futuro con la Franja parece encaminarse hacia la lejanía. Parecía ser el relevo generacional de Óscar Trejo, aunque apunta a ser la eterna promesa.
El último caso con ‘éxito’ es el de Fran Beltrán, que se convirtió en fijo en las temporadas 2016/17 y 2017/18, cuando el equipo militaba en la categoría de plata. Llamó a la puerta del primer equipo con Sandoval en el banquillo, y al curso siguiente pulverizó los galones con 18 años, desplazando al capitán Trashorras y siendo un fijo en el once de Míchel (aquella temporada el club se proclamó campeón de la categoría). Sin embargo, todo se truncó cuando en verano, recién ascendido, firmó por el Celta de Vigo.