El Rayo Vallecano sumó una nueva derrota ante el Girona (2-1), y ya encadena siete jornadas sin conocer la victoria. Dos goles de Portu ponían por delante a los locales mientas que Gálvez metía presión en los últimos compases del partido.
El agua se citó como protagonista en Montilivi. Girona amanecía gris y húmeda, y los paraguas se tornaban esenciales en esta desapacible mañana. El día no invitaba a acudir al fútbol, a disfrutar de un partido de Primera, pero el agua se había mostrado como un elemento nada incómodo con el estilo de Míchel en la pasada campaña. El técnico madrileño recuperaba a Óscar Trejo en el once inicial. El resto, los mismos que empataron ante el Athletic.
Lluvia y poco Rayo
El partido arrancó con el Rayo Vallecano incómodo. Frío, como el día y la grada, que apenas sacaba fuerzas para animar. Bastante tenían con sujetar el paraguas y calibrar el agua. Muy poco ritmo en los primeros compases del juego, con un Girona que fue tomando temperatura conforme avanzó el choque, mientras el equipo franjirrojo parecía congelado.
Los de Míchel querían el balón, y a la contra pusieron en problemas la meta de Bono. En el equipo de Eusebio, era el ex canterano rayista Borja García quien se echaba el peso del ataque rojiblanco a la espalda. Sin un dominador claro avanzaba el crono, con un ambiente tibio y frío en Girona. Los locales presionaban y también querían la pelota, pese a los detalles de calidad de Kakuta y Trejo.
La ocasión más clara para el Girona la tuvo en el minuto 20 Pere Pons. Se encontró un centro lateral solo ante Alberto, pero no fue capaz de conectar con el esférico. Primer aviso serio de un Girona que empezaba a carburar. Bernardo de cabeza pudo adelantar a los locales dos minutos después. Comenzaba el asedio rojiblanco. Llegaba, estaba cómodo y controlaba el encuentro.
Raúl de Tomás pudo adelantar al Rayo tras una mala cesión de la zaga. El partido cogía ritmo, pero el Rayo cometía frecuentes errores en los pases. Hasta que llegó la jugada que pondría por delante a los locales. La presión local hizo perder un balón que Amat tenía controlado, Lozano se disponía a fusilar a Alberto cuando Gálvez tuvo que hacer penalti. Portu no falló desde los once metros y el Girona se ponía 1-0 en el minuto 33. Tocaba remar contra corriente.
El Rayo Vallecano estaba fuera del partido, ante un Girona superior. El Rayo naufragaba, y otro error en la salida del balón dejaba en bandeja a Portu el 2-0, resultado con el que se iba al descanso. Muy feo se ponía el encuentro, la tabla clasificatoria y el futuro de Míchel.
Pozo en la segunda parte
La temperatura caía junto al ánimo franjirrojo en la segunda mitad, así como el agua, que apretaba más si cabe al comienzo de la segunda mitad. Pozo entraba por Kakuta, para tratar de aportar esa pizca de frescura al ataque rayista. El héroe del partido, Portu, tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado en el minuto 58. Era el tercer cambio de Eusebio, que tuvo que realizar los tres precisamente por lesión.
Quizás ese fue el punto de inflexión. Un córner de Embarba en el minuto 60 era rematado por Raúl de Tomás, y en boca de gol, Gálvez remachaba para poner el 2-1 tras un rechace de Bono. Hay partido, y el Rayo no estaba muerto. La inercia del choque estaba cambiando y virando del lado franjirrojo, aunque el Girona no estaba muerto, y pudo sentenciar el choque.
Míchel quería frescura en ataque, y dio entrada a Álvaro García por Raúl de Tomás. Con ello, el Rayo perdía su referencia en ataque, y dejaba al gaditano arriba. El Girona seguía teniendo ocasiones, y el Rayo no acababa de tomar el control. El partido iba y venía, sin dominador y con el agua azotando con severidad Montilivi.