Menos de diez grados. Un miércoles. Casi en horario Champions. Pero la afición del Rayo Vallecano no falla cuando sus guerreras les necesitan. El derbi madrileño de la Liga Iberdrola acabó con triunfo del Atlético de Madrid, pero la victoria estuvo en las gradas.
En una semana muy convulsa después de que la Plataforma ADRV y las Peñas Rayistas dieran por finalizada la petición de apertura del Estadio de Vallecas tras no conseguir respuesta del club, la afición vallecana volvió a demostrar que nunca fallan.
Un partido que destacó no solo por lo ocurrido dentro del terreno de juego, sino por lo que había fuera de él. Centenares de aficionados vallecanos no quisieron perderse una cita tan importante ante el líder de la liga. Incluso jugadores de la plantilla como Alberto se dejaron ver por las barandillas del campo cuatro de la Ciudad Deportiva.
Además, fue una auténtica fiesta del fútbol madrileño en donde tampoco faltó la hinchada visitante animando a sus futbolistas en un partido vital por sus aspiraciones en el campeonato. Cánticos, pancartas, colorido y mucha ilusión en los ojos de aquellos niños que pudieron ver de cerca a dos de los mejores equipos femeninos de España.
Un partido en el que se volvió a demostrar que Vallecas está con sus guerreras y que sirvió para mostrar al club y a su presidente que la apertura del Estadio será un reconocimiento a las guerreras del Rayo Vallecano Femenino.