LA CONTRACRÓNICA
Ellas luchan por sus derechos en el campo mostrando hechos, Ellos a duras penas se mantienen derechos.
Lapidaria dominical
Hubo un tiempo en que la capital futbolera del reino parecía un restaurante de altos vuelos. Mantenía dos estrellas de aquellas que no sé que marca de ruedas concede y a veces el esfuerzo,el tesón y el talento de una barriada le daba la tercera a un boliche vetusto y de presencia modesta pero de platos audaces y contundentes.
El mercado se fue ampliando y ciudades del área metropolitana también fueron logrando su estrella,incluso uno de cocina temática, con recetas en las que el ingrediente principal era el pepino. ¡Qué cosas!
El boliche de barrio obrero fue perdiendo nivel. Su chef se volvió pretencioso,con precios caros,calidad discutible y presentacion y decoración calamitosas.
Lo que ayer se pudo ver en Los Pajaritos fue otra vez digo de la red de los mismos ,donde pude leer tuits de todo tipo. Parecían reseñas de Google.
A ese plato le falta un poco de sal y pimienta.
Ese plato no me llena,me deja a medias.
Estas disfrutando de unos buenos torreznos y ves,primero un pelo y luego una mosca.
El Rayo Vallecano es eso, adelantarse con dos goles bellos, de centro preciso y remate de ariete y dormirse, sacar la pelota mal jugada e intentar salvarlo a la desesperada desviando el balón al propio arco, provocando otro insulso empate ,en este caso a dos,que no permite ni levantar la moral ni tomar decisiones .
Somos la séptima estrella del fútbol profesional madrileño tras Real, Atlético, Getafe, Leganés, Fuenlabrada y casi Alcorcón.
Con esta pesadilla creo que es hora de llamar a Chicote.