Empate entre Leganés y Rayo Vallecano en el partido de ida de los 32avos de final de Copa del Rey (2-2). Los goles rayistas los anotaron Álvaro García y Álex Alegría.
Partido para reivindicarse. Para tener minutos. Para que los menos habituales den un golpe en la mesa diciendo “aquí estoy yo”. Para eso sirven estos partidos de Copa. Dimitrievski copaba casi toda la atención. Sabía que era su momento. También salieron de inicio Velázquez, Dorado, Akieme o Álex Alegría. Y por su puesto, para los que no acaban de coger la titularidad: Bebé, Abdoulaye, Pozo o Álvaro García. Para todos ellos era este partido, y querían aprovecharlo.
Goles y eficacia
Y ahí apareció el pequeño extremo andaluz. Álvaro García se puso el disfraz de pillo, del más listo de la clase, para forzar un error defensivo de Siovas, quien no supo defender un esférico que dejó manso para que Álvaro encarase a Lunin y pusiera el 0-1 en el marcador. Era el minuto 15 y el Rayo se ponía por delante en el marcador sin ser superior, y en el primer acercamiento al área rival.
Ese gol dio ánimo y moral al equipo de Míchel, que comenzó a querer el balón. Esas son las cosas que tiene la psicología. El Rayo se mostraba seguro, tanto que no tardó en llegar el 0-2. Una gran jugada por banda izquierda de Álvaro García era rematada a bocajarro por Álex Alegría. Sin grandes dosis de fútbol, el equipo de Míchel estaba dando una buena muestra de eficacia en ataque.
Pero esto es Copa del Rey, fútbol profesional, y no se pueden bajar los brazos en ningún momento. Un córner del Leganés en el minuto 30 dejaba un balón plácido en el centro del área, entre la multitud, para que En Nesyri fusilase subiendo el 1-2 en el electrónico. ¿Quién dijo que esto iba a ser un paseo?
Con eso se llegó al descanso. Con un Leganés que dominaba, y un Rayo que salía a la contra, y casi sin despeinarse, se encontró con esos dos goles y la ventaja en el marcador.
Misma dinámica
La segunda mitad comenzaba como una prolongación de la primera. El equipo pepinero tenía la posesión y achuchaba al Rayo, que solo creaba peligro a la contra. Querían el empate y comenzaban a asediar la meta de Dimitrievski, buscando el juego por ambas bandas. Tanto Velázquez en la derecha como Akieme en la izquierda, sufrían para defender.
En punta, Álex Alegría estaba demasiado solo y el Rayo no llegaba a la portería rival. Las contras eran estériles y salvo algún zapatazo de Bebé, el equipo franjirrojo no generaba demasiado peligro. Eso sí, tuvo que ponerse el mono de trabajo para defender y sufrir, porque el Leganés quería el empate, y tanto fue el cántaro a la fuente, que así sucedió.
En una de esas internadas por banda derecha de En Nesyri, que ganaba la espalda a Akieme, llegaría el empate. Balón en profundidad para que el jugador marroquí ganara la espalda a la defensa y se plantase solo delante de Dimitrievski, quien dudo a la hora de salir y no pudo evitar el segundo gol local a falta de 15 minutos para el final.
Entonces llegaron los cambios. Míchel dio entrada a Lass y Sergio Moreno por Bebé y Pozo, que no estuvieron a su mejor nivel a pesar de querer ser protagonistas. También saltó Gálvez por Trejo. El central jugó de centrocampista en el doble pivote con Imbula.
La tuvo Siovas con un disparo desde la frontal que se estrelló contra el larguero en los últimos compases, pero el partido no dio para más. Tablas en el marcador y la eliminatoria abierta para la vuelta en Vallecas.