“¡Vaya vaina!” (Frase exclamativa en muchos lugares de América Latina y nombre de canal de YouTube prometedor).
“Lo peor no es perder, es la cara de tonto que se te queda”.
El gol postrero Raúl García contradijo el lema del patrocinador de su equipo y nos dejó helados.
Era un puntito y se perdió, pero no podemos decir que el Rayo Vallecano jugara mal ni que sorprendiera la derrota dados los antecedentes.
Delante del televisor nos quedamos fríos al ver a Alejandro Catena en el banquillo rojillo. Un amigo dice que fuera del Rayo refresca y el tiempo dirá si Catenbauer triunfa en Tajonar. Mientras tanto Aridane se ha consolidado como suplente habitual en el banco de Francisco.
Sorprendidos por lo primero y habituados a lo segundo nos acomodamos en el sofá al tercer balón largo del Rayo. Ocurrió en los dos primeros minutos en una declaración de riesgo cero del técnico visitante.
Entramos en calor cronistas y aficionados con el zapatazo de Lejeune desviado levemente por Sergio Herrera y repelido por el poste. Lo celebró con rabia el arquero sabedor de la dificultad de la acción.
Se calentaron posteriormente los peloteros, haciendo útiles los vendajes tobilleros, necesarios los ausentes protectores bucales e imprescindible la intervención del árbitro. Mumin superó la prueba de Budimir, pero no pudo convertir en gol el segundo error de la zaga local en balón colgado por Isi.
Parecía no pasar nada pero cada acción era de trinchera en la lucha por la parcela de terreno. Decía Isi en una entrevista junto a Oscar Valentín en el canal de YouTube “Vaya Vaina” que el que más “rascaba” de La Franja era su capitán, pero en el Sadar nadie en los dos equipos quiso quedarse atrás. Faltaba futbol pero hacían falta pipas.
Ninguno de los dos equipos quiso ceder y el Rayo no se amilanó,pero ese partido no favorecía el desempeño del tridente vallecano. De Tomás no conseguía proteger el esférico, Isi no acertaba con el pase definitivo y Álvaro García no existía.
Raul comprobó que la barrera estaba bien colocada en un tiro libre que provocó con astucia pero poco más pudo hacer.
La salida del segundo acto fue un cúmulo de desastres que pudieron terminar bien. Las imprecisiones iniciales fueron sustituidas por un mal control de Kike Pérez que apagó un fogonazo rayista y un paradón de Herrera que evitó el gol de RDT. El Rayo pudo adelantarse cerca del minuto diez de cada parte pero…
De Tomás siguió con su leve mejoría y reprodujo los caracolillos de su cabello en la cancha. Dos cabriolas, pase profundo para Álvaro y pase de la muerte que falleció en manos del arquero.
El 22 volvió a sacar una falta al borde del area que Lejeune casi estrella en el larguero.
Todo se dio sin apuros hasta que Osasuna empezó a emplear una de sus señas de identidad, el centro lateral. Budimir primero y David García decidieron probar suerte.
Poco a poco Osasuna fue empujando y el Rayo reculando hasta que Iker Muñoz estrelló su remate contra el larguero. Dimitrievski ya en un clásico, frenó el partido con astucia tras sufrir un golpe .
Dimi consiguió rechazar el remate de Moncayola en lo que parecía salvar un punto pero Raúl García tenía otros planes. José Arnaiz pone un corner al segundo palo, el portero no sale y la jugada se convierte en un uno contra uno entre el atacante en carrera y el zaguero parado. Balliu no puede contrarrestar la potencia de García y su remate acaba en gol.
El Rayo Vallecano no superó el golpe, pudo recibir el segundo a la contra y no tuvo tiempo de levantarse.
PD: Esta contra se hizo tras ver el partido en diferido, despojada de todo sesgo “artístico ” e intentando reflejar con objetividad lo ocurrido en la cancha aunque sea con una visión personal. Digo esto porque tras no poder ver el choque en directo y leer redes leí a algunos hablar de desastre. Con cariño y respeto a todas las opiniones creo que no lo fue en absoluto. Faltó acierto en las áreas y sin ser un gran partido se mereció al menos un empate. Uno puede dramatizar hasta ver la tabla y luego respirar.
PD2: Será una pena despedir el año con un partido un martes a las siete de la tarde, pero ojalá podamos disfrutarlo en el estadio.