
Texto por Sergio López / @sergiolopezdv

Decía Paco Jémez en la previa del partido, en relación a la supuesta falta de gol, que “la responsabilidad del gol no debe caer únicamente en los delanteros”. Saveljich tomó nota. Dicho y hecho.
El Rayo Vallecano empezó sintiéndose mejor, dominador, llevando la batuta sobre el césped. Jugar en Vallecas es sinónimo de obligación y en el vestuario lo saben. Aquí manda la franja. Siempre debe hacerlo.
Los de Jémez se mostraban fuertes atrás y valientes arriba, pero sin acierto. Algo que cambiaría gracias a la intervención de Saveljich. El central, en una jugada plagada de rebotes y despejes, acabó rematando con la cabeza un centro de Embarba al fondo de la red. Quedaba inaugurado el luminoso; el partido, viento en popa.
Un viento que cambiaría con la expulsión de Martín. Segundo partido del chaval en Vallecas y segunda vez que se va expulsado en el primer tiempo, esta vez, por doble amarilla. Poco discutibles ambas, aunque algo rigurosas por el tramo de partido y los minutos del mismo.
El Rayo parecía en problemas, pero el Racing igualaría la contienda en expulsiones con la segunda cartulina a Nkaka. El pivote derribó a Trejo y dejó el partido en un diez contra diez. Embarba estrellaría una falta contra el larguero. Jémez reestruturaría al equipo retirando a Pozo y haciendo debutar a Milic. Descanso. 1-0.
La segunda parte mantuvo el guión. El Rayo mandaba y perdonaba y el Racing, sobrepasado por el escenario, se defendía. Ania, técnico del Racing, trataría de cambiar el papel introduciendo a Nuha y Yoda; velocidad para intentar cazar alguna a la contra.
En el minuto 54 se produciría un derribo dentro del área del Rayo. El colegiado Ruiz, inicialmente, no señalaría nada, pero tras consultarlo con el VAR decretaría los 11 metros. Yoda asumiría la responsabilidad, tres pasos, disparo flojo pero colocado, colocado al larguero. Erraba el Racing; locura en Vallecas.
Jémez pedía un empujón a su equipo, que diesen un paso adelante en la búsqueda del segundo. Saveljich tendría su doblete en un cabezazo que se marcharía alto y Bebé, con un centro-chut extraño, rozaría el poste izquierdo.
Vallecas se convertiría en un polvorín -más aún- con una pancarta contra la directiva desplegada en el fondo. La megafonía haría referencia a la Ley 19 y solicitaría su retirada, lo que dio lugar a una enorme y unánime pitada en las gradas.
Sobre el césped, el Rayo seguiría aguantando y el Racing, intentándolo. Saveljich notaría molestias musculares y no podría acabar el partido, Tito entraría a suplirle y cumpliría como central.
Luca Zidane, con un paradón, evitaría el golazo de Embarba. Sensacional estirada del guardameta, que no terminó de transmitir tranquilidad y seguridad, aunque haría un gran final de partido.
Bebé sentenció a la contra tras un córner al que subió a rematar hasta Luca Zidane. El extremo recogió el balón y, a portería vacía, anotaría el segundo.
El Rayo encontraría el segundo y lograría la utopía de dejar su portería a cero y se llevaría los 3 puntos. Un viernes para resarcirse y renacer. Al Rayo le queda mucho, mucho trabajo aún por hacer. Pero va creciendo. Ese es el camino. La ley de Saveljich, funcionó. La mirada, ya, en Málaga.
