Todos hemos vivido días en los que sentimos que no nos sale nada. También el Rayo. El primer test de la temporada en Vallecas era casi una reválida a la ‘fórmula Iraola’. Lo de Son Moix fue un chute de adrenalina impresionante, pero había que demostrar que ese Rayo no era un espejismo. Tocaba asentar la ilusión. La Franja se enfrentaba al factor local y a un Sabadell correoso. Iba a tocar sudar, pero también sonreír.
Es evidente que proponer fútbol en un patatal es complicado. El césped era un campo de minas indigno de un equipo que aspira a jugar en Primera División. Primero porque complica cualquier intento de centro, control o disparo pero, segundo y más importante, porque el físico de los futbolistas corre peligro. La imagen del ‘tapete’ sonrojó a cualquier aficionado, pero dicho sea de paso, ejemplifica a la perfección la dejadez que atraviesa el club desde hace tiempo. Al fin y al cabo así están las cosas.
En lo deportivo el Sabadell trazó una hoja de ruta y la ejecutó de manera notable. Basado en un esquema con tres centrales y líneas muy juntas, los de Fidalgo esperaban atrás y buscaban un zarpazo en alguna acción esporádica. Primero la tuvo el Rayo, que salió bien y se encontró con un larguero de Trejo; pero Juan Hernández, instantes después, sirvió un buen vaso de agua fría a balón parado. Soltó un zurdazo bajo al palo del portero que se ‘zampó’ Morro. No era fácil y tiene tintes de golazo, pero ‘es su palo’, como dirían los puristas. La falta, eso sí, se propicia por un derribo inexplicable de Mario Suárez. Velázquez empató a balón parado, pero el línier levantó el banderín y ya saben lo que eso significa.
En el centro del campo estaba perdiendo el partido el Rayo, que directamente no sabía cómo hacerle daño a su rival. El Sabadell mordía y forzaba a los franjirrojos a perder un balón tras otro. Mario Suárez no estaba, llegaba tarde a las basculaciones y con el cuero se mostraba errático e inocente. Iba el Rayo sin timón. Iraola, ya con la segunda parte empezada, retiró al 4 para dar entrada a Óscar Valentín, también a Trejo para introducir a Andrés Martín. De esta forma alineó a los mismos que ganaron en Son Moix. Y el Rayo despertó.
Isi, el más pequeño de la clase, pudo empatar de cabeza a la salida de un córner, pero se encontró con el larguero. También Santi, que dentro del área pequeña y con todo a placer la reventó, estrellándola en la madera más alta. Ya iban tres largueros. Justo cuando se cumplía la hora de partido empataría Santi empujando un centro raso de Álvaro… Pero partía en fuera de juego por centímetros. Se desquiciaba Iraola, su equipo ya llevaba tres largueros y dos tantos anulados. Quedaba guerra.
Y quedaba Comesaña. Un centro precioso de Fran García desde la banda izquierda se convirtió en una invitación para que Comesaña, con el brazalete enfundado, cabecease solo en el corazón del área y batiese a Mackay. Dos partidos de Fran García, dos asistencias. Suma y sigue. Los vallecanos dieron un paso adelante e invisibilizaron a su rival. El choque se convirtió en un monólogo franjirrojo en la búsqueda de la remontada.
Volvió Pozo, ya recuperado de la rotura en el abductor. Desde el 26 de enero sólo había jugado 45 minutos oficiales (los del partido aplazado ante el Albacete). Comesaña, omnipresente e hiperactivo, tuvo la remontada en un cabezazo, pero el cuero se marchó lamiendo el poste derecho. Andrés Martín también… Encaraba a Mackay desde dentro del área cuando se le fue el control. Se asomaba la pólvora y sonaría el cañón. Catena, cuando se vislumbraba el tiempo de descuento, empujó al fondo de las mallas un córner servido desde la derecha. Entró con el alma y sin miedo, golazo.
Se palpaba la locura del barrio en un estadio desalmado. El Rayo remó para derribar el muro arlequinado. No fue fácil, tres largueros y dos goles anulados invitan a bajar los brazos, pero eso no entra en la filosofía de este club. Aún así, la Franja debe sacar dos lecciones de este partido: no hay margen para relajaciones y es humillante tener un césped en estas condiciones. A Vallecas podrán confinarla, pero hoy Rayo su duerme líder.