Era un rival de entidad, pensado para cotas altas… Y el Rayo Vallecano fue mejor. Tuvo ocasiones de todos los colores, propuso más y llevó mucho más peligro que un Celta insulso que marcó dos tantos, uno tras un rebote y otro de penalti. Además, el animal viste de franjirrojo. Lleva el 9 a la espalda y se llama Raúl de Tomás. Hat-trick y victoria para los de Míchel. El último lo puso Bebé.
Como Papá Noel vestido de azul, como unos churros sin chocolate o como un bocadillo sin calamares. Raro, raro, raro… No es que le quede mal la camiseta del Celta a Fran Beltrán, es que le queda rara. Y más si por donde corre es por el Estadio de Vallecas. Dónde creció y se hizo futbolista.
Lo que no es raro es ver marcar a Raúl de Tomás. Esta vez fue de falta, nada más empezar. No le quitará el récord de esta temporada a Medrán (por ahora), pero no anduvo lejos. Falta sobre Advíncula y falta que clavó por el palo del portero. Sin embargo, poco tiempo hubo para disfrutarlo.
Cada vez que tocaba el balón Fran Beltrán o Jozabed se encendía la mecha. Música de viento acompañada de dolor por ver, sobre todo al primero, sin la franja al pecho. Pero esto no evitó al Celta despertar. Tras el saque de un corner y un remate que rebotó en la defensa, Araujo remachó el cuero para poner el empate. Acto seguido, un disparo de Maxi Gómez rebotó en la mano de Ba y Alberola Rojas señaló penalti. El propio uruguayo lo transformó. En un cuarto de hora al Rayo le había dado tiempo a ponerse por delante y a dejarse remontar. El aficionado neutral estaría encantado.
¿Lo bueno? La reacción franjirroja. Y que quedaba un mundo. Raúl de Tomás tuvo una clarísima, sólo delante del portero, pero trató de driblar a Rubén Blanco y este le gano la partida. Imbula también chutó con peligro y la grada cada vez se enchufaba más. Y en una de esas, Embarba filtró un pase perfecto para Advíncula, que puso un centro medido para que Raúl de Tomás remachara el 2-2. Primero el linier lo anuló por fuera de juego del peruano, pero el VAR corrigió e hizo que subiese un gol más a un partido de locura.
Ya en la segunda mitad, el juego se calmó un poco. No era normal el ritmo y la electricidad de la primera. El Rayo tuvo una en las botas de Trejo mientras que el Celta también se acercaba de vez en cuando, pero no era lo mismo. Había más calma y menos imprecisiones, sobre todo de los visitantes.
El cansancio hacía mella y cada vez había menos elaboración. El partido se rompía por momentos. Y en la selva reina el león. La bestia. El animal RdT. Vaya volea que enganchó. Qué trallazo. Qué golazo para hacer soñar a toda una grada. Sí se puede. Lo dice De Tomás. A callar.
El último tanto lo puso Bebé para redondear y dar tranquilidad. Con este resultado, el Rayo Vallecano termina la primera vuelta con 19 puntos y acumula tres victorias seguidas.
