No fue el mejor partido del Rayo Vallecano Juvenil A en lo que va de temporada, pero fue suficiente. Un gol de Cano, otro de Castro, un pepinazo de Igor Rojo y un tanto de Josito dieron los tres puntos a los de Ángel Dongil en un choque donde los franjirrojos fueron mejores que el Rayo Majadahonda.
Era un duelo de Rayos y de necesidades. No tanto para los visitantes, con margen suficiente sobre la zona de descenso, como para los locales, que querían dar la vuelta a una de las peores rachas del Juvenil A que se recuerdan. Y era algo más mental que deportivo, porque soluciones este equipo tiene de sobra.
Los primeros minutos denotaron la tensión que había. Ni uno ni otro conjunto se atrevía a ir con todo hacia delante por miedo a dejar huecos atrás. Las ocasiones tardaban en llegar y las imprecisiones mandaban en ambos Rayos. Hasta que apareció el de siempre
Cano aprovechó un buen envío desde la parte derecha para adelantar a los suyos con un remate ante el que nada pudo hacer el guardameta visitante. Con el 1-0, los de Dongil se soltaron, expulsaron los nervios y comenzaron a dominar.
Ya en la segunda, Castro sentenció con un gran testarazo, pero lo mejor estaba por llegar. El choque ya estaba decidido pero faltaba el regalo a la grada. Un gol de esos que merecen pagar la entrada a la Ciudad Deportiva. Igor Rojo, por toda la escuadra desde fuera del área. Para disfrutarlo una y otra vez. Josito puso el cuarto en la última jugada del partido.
El Rayo venía de sumar cinco puntos de los últimos 15. Ahora, por fin, remonta el vuelo. De esta manera, los de Ángel Dongil siguen en la pelea por meterse en la Copa del Rey.