
Informar de lo más ‘básico’ de actualidad del Rayo Vallecano comienza a ser una misión prácticamente ‘imposible’.
La crisis del COVID-19 ha vuelto a evidenciar el silencio en este aspecto y el club rayista, al igual que otros clubes (Villarreal o Getafe) y al contrario de otros, ha optado por no dar ningún tipo de información: ni número de contagiados, ni identidad ni recuperación.
A esto hay que sumar que el club rayista sigue sin facilitar convocatorias para los diferentes partidos y excepto en Copa del Rey se desconoce quiénes son los jugadores que jugarán cada encuentro, ni siquiera los que van convocados.
Desde hace también más de un año el club vallecano no facilita partes médicos. El último caso es el de Álvaro García quien se lesionó ante el Alavés y no se ha dado ningún tipo de información.
Algo tan ‘simple’ como la hora de entrenamiento diario se desconoce públicamente mientras que el equipo continúa trabajando a puerta cerrada en la Ciudad Deportiva desde que empezase la pandemia. Una puerta cerrada en la que se hacen excepciones con diversas personas ya sean representantes, amigos, familiares o personas de otra índole.
Estas decisiones a los que lógicamente perjudican en mayor medida es al aficionado del Rayo Vallecano, que es quien no puede tener la información de su equipo ni puede sentir el día a día del club.
