El que fuera jugador del Rayo Vallecano, Rubén Castro, se convirtió el pasado lunes en el máximo goleador español de historia de LaLiga con 285 tantos superando a Quini. El delantero canario sumó un doblete frente al Zaragoza que le ha situado en el top de jugadores con más goles en las dos máximas competiciones del fútbol español y es solo superado por Messi y Ronaldo.
A sus 41 años Rubén Castro sigue marcando goles, que le han convertido en el jugador español con más goles. Desde su debut el 25 de febrero de 2001 con Las Palmas hasta día de hoy ha conseguido los 285 goles que le han llevado a esa posición en un total de 712 partidos de competición liguera. Con la franja disputó 42 de esos encuentros en los que consiguió 14 goles. Eso llegó en 2009 pero previamente ya había sumado experiencia en distintos equipos de la Liga.
Tras su estreno en el fútbol profesional con Las Palmas, donde sumó 36 goles en cuatro temporadas se marchó en 2004 al Deportivo de la Coruña para salir cedido al Albacete. En el conjunto manchego anotó tres goles en 22 partidos antes de volver al Dépor, donde jugó 24 partidos sumando 3 tantos. Tuvo un paso efímero por el Racing de Santander antes de ir cedido al Nástic, donde metió cuatro goles en 20 partidos.
En la 08/09 volvió a salir cedido para jugar 41 partidos y anotar 13 tantos con el Huesca. El próximo curso recaló en Vallecas, también cedido por el Deportivo de la Coruña para jugar 42 partidos de liga y sumar 14 goles. Su paso por el Rayo Vallecano gustó en Sevilla y el Betis tras ese curso acordó su fichaje con el Depor donde el delantero vivió su etapa más estable.
Con el Betis entre 2010 y 2017 jugó un total de 249 encuentros y marcó 135 goles. Con estos números decidió salir de España para jugar una temporada en China antes de volver a España de nuevo al Betis para meter otro gol. En 2018 volvió a la que fue su casa y jugó dos temporadas con Las Palmas sumando 30 goles antes de irse al Cartagena, donde en una temporada anotó 20. Cinco lleva esta temporada en el Málaga pero seguro que todavía le queda alguno por celebrar.
