19 de febrero de 2017; 20:00 horas. El Rayo Vallecano acababa de perder 1-2 frente al Mirandés y la afición franjirroja clamaba contra un Rubén Baraja y unos jugadores que habían dejado al club al borde del descenso a 2ªB. Tan solo un punto separaba a la entidad rayista del pozo.
Era Míchel
Acto seguido, la directiva anunció la marcha del ‘Pipo’ y dio la bienvenida al ídolo de todo un barrio. Eso sí, un desconocido en lo que a los banquillos se refiere. Míchel I de Vallecas solo contaba con su experiencia al frente del Juvenil A y con su aprendizaje junto a Paco Jémez como bagaje, y su nombramiento dejaba muchas dudas. Dudas que no hicieron más que crecer cuando, tras tres partidos y tan solo un punto de nueve posibles, la salvación quedó a cuatro puntos. Olía a muerto en la Avenida de la Albufera.
Sin embargo, poco a poco, la idea del nuevo técnico comenzó a calar. Con el balón como protagonista, el Rayo Vallecano encadenó seis partidos sin perder con cuatro victorias incluidas. El agujero negro estaba ya cuatro puntos por debajo y, finalmente, el equipo se salvó de manera relativamente cómoda. Ratificado como entrenador para la temporada 2017-18, consiguió hacer un equipo a su medida acorde a su idea y filosofía de juego. El año 2017 ha sido el año de Míchel.
Llegaron los Trejo, Raúl de Tomás, Chori Domínguez y compañía, y pronto demostró que, esta vez sí, el grupo carburaba. Desde que comenzó el curso, la Franja siempre ha estado entre los candidatos a subir a Primera división y, ahora, marcha segundo en puestos de ascenso directo.
Números top para Míchel
El Rayo Vallecano es el segundo equipo que más anota de la categoría (45 goles) solo por detrás del Valladolid (48 goles). La asignatura pendiente es el aspecto defensivo, ya que los franjirrojos son los que más tantos encajan de los seis primeros clasificados.
En concreto, los balones por alto son la auténtica pesadilla de los de Míchel. Se han recibido goles de cabeza del equipo más bajito de la Liga, la Cultural Leonesa, y dejar la portería a cero muchas veces se convierte en una quimera.
A pesar de todo, el técnico madrileño ha conseguido llevar a todo un barrio de sufrir por el descenso a soñar con el ascenso. Si su zurda ya hizo vibrar a todos los aficionados desde el verde. Ahora, es tiempo de su pizarra. Es tiempo de Míchel I de Vallecas.