No está siendo el año de Mario Fernández. Además de solo haber jugado un partido (en Copa ante el Tenerife), el guardameta llegado esta temporada al Rayo Vallecano está sufriendo en los últimos meses problemas con sus rodillas.
Problemas en las rodillas
El pasado 9 de diciembre, en el último entrenamiento previo al partido ante el Córdoba en El Arcángel, Mario tuvo que retirarse de la sesión. El club informaría a la semana siguiente que el jugador sufría una “sinovitis en su rodilla izquierda”. El ex de Osasuna y Racing de Santander paró durante un mes y se perdió los partidos ante Córdoba, Alcorcón, Lugo y Nástic. Regresaría ante el Real Oviedo a principios de enero.
El pasado 20 de febrero, en la semana previa al partido ante el Huesca, el portero santanderino se retiró de la sesión con molestias en su rodilla, esta vez la derecha. El futbolista no estuvo en el encuentro ante el conjunto aragonés y regresó a las convocatorias a la jornada siguiente ante el Valladolid.
En el día de ayer, dos semanas después, Mario volvió a tener malas sensaciones. Se retiró de nuevo con molestias y hoy el club ha informado que sufre de nuevo, como en la primera lesión, una sinovitis en la rodilla izquierda y se encuentra “pendiente de evolución”.
‘Desbarajuste’ en la cantera
Las lesiones de Mario crean un pequeño ‘desbarajuste’ en la cantera. Aunque Lucho ejerce de tercer portero, al subir el colombiano al primer equipo, el Rayo B se queda únicamente con un guardameta en sus filias; por lo que Luis Cembranos tiene que subir a un portero del Juvenil A para compensar en los partidos.
Esta acción va en cadena en todos los equipos de la cantera del Rayo Vallecano que ven como tiene que tirar de porteros de categorías inferiores.