El calendario marcaba 15 de mayo de 2016. Era la última jornada de Liga en Primera División, y el Rayo Vallecano buscaba el milagro para salvar la categoría tras el desastre de Anoeta. Había que ganar al Levante en Vallecas y esperar que el Villarreal hiciera lo propio en Gijón contra el Sporting.
Marcelino, técnico del Villarreal
Todos los focos apuntaron a Marcelino en esa semana. El técnico asturiano del Villarreal, llegó a confesar en los días previos al choque que “ojalá el Sporting se mantenga, porque es lo que siento”. No tardaron en lloverle críticas desde todos lados, sobre todo de aquellos equipos que se estaban jugando el descenso como el equipo astur: Getafe y Rayo Vallecano, los principales damnificados que acabaron perdiendo la categoría.
Tras el Sporting-Villareal, las alarmas saltaron y el choque llegó a ser investigado. Uno de los más críticos fue Raúl Martín Presa: “el Villarreal no ha competido en Gijón; ni con la alineación, ni con el planteamiento, ni con los cambios. Se pudo ver desde un primer momento que no era un partido de fútbol”.
No obstante, Marcelino no continuó en el Villarreal la temporada siguiente. Fernando Roig, presidente del ‘submarino amarillo’, destituyó al técnico durante el verano de 2016, y entre los motivos que dio destacan los hechos del Sporting-Villarreal: “siempre he defendido la honradez en el fútbol y no podía permitir circunstancias como las que ocurrieron a final de temporada”.
Con todo ello, el Rayo Vallecano vuelve a enfrentarse a sus fantasmas del pasado, contra un rival que llega tocado en Liga. Los franjirrojos necesitan la primera victoria en Vallecas para salir del pozo del descenso y resarcirse de lo que sucedió a finales de la temporada 2016.