LA ESCUADRA
La crítica en Vallecas es el pan de cada día. Y así debe ser, con los medios de comunicación como punta de lanza. Pero, sinceramente, creo que esta vez no toca. La plantilla con la que el Rayo Vallecano competirá hasta final de temporada es más que solvente. Míchel tiene herramientas de sobra para dejar al equipo en Primera división.
Los mimbres ya eran buenos. Los franjirrojos están fuera del descenso y lo que ha llegado mejora aún más el equipo. Mario Suárez, un viejo rockero con calidad de sobra y que conoce LaLiga a la perfección. Uche Agbo, físico imponente para cazar cualquier balón que pase por el centro del campo. Stole Dimitrievski… poco que decir de un cancerbero que se ha consagrado con actuaciones estelares. El pulpo macedonio. Fichajazo.
De Catena y de Di Santo poco puedo decir. No les he visto jugar nunca (mea culpa) pero he preguntado a los que saben y hablan muy bien de ellos. Un central alto con mucha proyección y buena salida de balón y un delantero alto que sabe bajar el cuero y que, a pesar de su físico, se mueve bien.
Reconozco que la ‘no salida’ de Kakuta me preocupa. Si un jugador no quiere estar… Lo que está claro es que tampoco se podía regalar un futbolista por el que has pagado una cantidad importante. Ahora Míchel tiene un marron gordo: tratar de convencerle y recuperarle para la causa.
Tampoco hubiese estado mal conseguir la salida de Javi Guerra para aligerar plantilla. No juega ni va a jugar y es un gasto a todas luces innecesario. Aunque oye, para pagarle todo lo que le falta por cobrar que se quede y entrene. Además, no me cabe duda de que el malagueño siente mucho la franja y puede aportar desde el vestuario.
Con todo, no sé vosotr@s pero en lo que se refiere a la plantilla de la que dispone Míchel hasta final de temporada, las sensaciones son positivas. Queda refrendarlo en el campo. Es obvio que a estos futbolistas les va a costar entrar. El Rayo está en racha y el equipo está bastante definido, pero no me cabe ninguna duda de que aportarán su granito de arena.