‘Cuestión de números’
@Mariluzsanchez/Pasionzaragocista.com
Cuando el Rayo Vallecano visitó el municipal de la Romareda, el Real Zaragoza era un equipo que no conseguía plasmar en resultados lo que proponía en el juego. Ahora, veintiuna jornadas después, los resultados son el mejor aliado de un equipo al alza.
Rival por el ascenso
Desde que empezaron a aflojar los rigores del invierno, ha ganado diez partidos, empatado uno y perdido tan sólo dos encuentros. Enganchados a la zona de play off también ha reenganchado a la afición que empieza asomarse con fuerza y mucha esperanza a la fase definitiva de la temporada.
La nueva comunión entre equipo y su gente ha venido de la mano del afianzamiento del esquema que Natxo González ha trazado para sus jugadores. El rombo de medio campo liderado en los vértices norte-sur por Eguaras y Febas o Buff, según las necesidades de cada encuentro, y con la escolta infalible del capitán Zapater y la juventud de Guti o en su defecto la laboriosidad de Javi Ros es la piedra filosofal de este equipo.
Por su parte, Borja Iglesias se ha destapado como un delantero en crecimiento positivo que ya suma a la causa dieciséis goles además de aportar huecos para la eficaz llegada de la segunda línea.
Pero la trayectoria no sería posible sin la figura de Cristian Álvarez. El guardamenta rosarino es la mayor garantía en la retaguardia para los blanquillos y su seguridad apuntala también la fe de la grada.
Sin embargo, para este domingo hay otra estadística que puede desorientar a este Real Zaragoza. Tan sólo una victoria de once encuentros disputados con Vázquez Figueroa como colegiado y demasiadas decisiones inexplicables en las actas de esos partidos.
Partido entre rivales directos por un objetivo que se empieza a materializar en los sueños de dos aficiones de primera.