Manucho retornó a los terrenos de juego después de tres meses de ausencia. Concretamente desde el Rayo Vallecano – Oviedo (2-2) del 12 de enero, encuentro en el que tuvo su última aparición. Desde entonces, el delantero angoleño se ha encontrado en el ostracismo más absoluto y sin ninguna participación. Pero este fin semana en Barcelona, Míchel le concedió los últimos instantes de partido, reapareciendo así catorce jornadas después.
Función defensiva
El Rayo Vallecano ganaba por la mínima y el Barcelona B apretaba. Entonces Míchel tomó la decisión de dar entrada a Manucho en detrimento de Rdt. Era el tiempo de prolongación y la misión estaba clara: disputar al máximo todos los balones e intentar ‘sacar ventaja’ de esos 190 centímetros con los que cuenta el ariete africano. Y así fue. El atacante rayista cumplió con gran nivel en el aspecto defensivo y fue clave a la hora de contrarrestar la salida de balón del conjunto catalán.
Las condiciones físicas de Manucho le convierten en un delantero combativo y laborioso. Así lo demostró en todas las acciones aéreas en las que le tocó intervenir. Ganó todos los duelos por arriba, manteniendo así la posesión para su equipo y presionó con vehemencia en cada ocasión en la que los defensores blaugranas intentaban salir hacia campo contrario. De hecho, el encuentro finalizó con una buena presión en la que logró enviar el balón por fuera de la línea de banda. Además, la afición le mostró su cariño en todo momento en forma de cánticos.
Pocos minutos
El extraordinario momento de forma de Rdt está dejando con escaso protagonismo tanto a Manucho como a Javi Guerra. Por ello, la posición de delantero centro está muy consolidada y el futbolista angoleño tendrá muy complicado disfrutar de minutos. Hasta el momento ha disputado un total de ciento diecisiete minutos en los que ni siquiera ha logrado conectar ningún tiro contra la portería contraria.