El Rayo Vallecano celebró su Junta General de Accionistas correspondiente al ejercicio 2015/16, en el día posterior al 93 aniversario del Club, una Junta que comenzó a las 12 de la mañana, duró más de seis horas y estuvo marcada por la ausencia de la prensa, que no pudo ser testigo de lo que los accionistas debatían.
Decisión controvertida
Una de las primeras medidas adoptadas en la Junta era la votación de si se dejaba acceder a la prensa al evento, una decisión que tiene que ser unánime por todos los asistentes. Según manifestó el Club, uno de los accionistas habría mandado una carta al Club dejando claro que estaba en contra de la presencia de la prensa ya que considera que “daña la imagen del Club”. Ante dicha solicitud, el Consejo habría valorado dicha opción, pero que no pueden decir la identidad del accionista por la Ley de Protección de Datos.
Con la polémica medida que sentaba precedente, puesto que era la primera vez que la prensa no podía dar fe de lo que allí se estaba cociendo, arrancaba una Junta de Accionistas en la que la transparencia se puso en evidencia.
Otra de las novedades suscitadas fue la presencia de la Asociación de Accionistas ADRV, de reciente creación y cuya principal misión es la de “devolver el Rayo a los rayistas”, según declararon en su presentación el pasado lunes 29 de mayo, una asociación que lucha por aglutinar acciones en pro de un Rayo de su afición.
Con la presión por bandera, y con una Junta Directiva presente, Raúl Martín Presa tuvo que enfrentarse a numerosos planteamientos por parte de la Asociación de Accionistas, entre los que destacan la caducidad del Consejo de Administración del Rayo Vallecano, que según explican estaría caducado desde octubre de 2016; el tema Oklahoma; o una de las que más impactó: la propuesta de compra de las acciones que posee Presa, a lo que el Presidente respondió que leerá la propuesta pero no va a vender.
Respuestas, ruegos y preguntas
La Junta de Accionistas aprobó, con 13 votos en contra y cuatro a favor, según la Asociación de Accionistas, única fuente del evento, las cuentas de la temporada 2015/2016. Eso sí, según informó el Club en un comunicado posterior a la Junta, las cuentas se aprobaron con 99,83% de los votos.
También el Club salió al paso de las acusaciones sobre las cuentas de Oklahoma y todo lo derivado en torno a la franquicia de EE.UU. apelando a la culpabilidad de Felipe Miñambres en lo referente al Rayo OKC, ya que fue él quien lo recomendó, y que entre unas cosas y otras, la franquicia habría costado en torno a 4 millones de euros al Rayo, con el 65% de inversión propiedad del Club.
También se acusó a la directiva de ser los herederos de los Ruiz Mateos, se les preguntó sobre los costes-ingresos del Rayo Femenino, de la gestión de la Fundación y su decisión de echar a jugadores por decisión técnica, de las ofertas por compra del Estadio a Comunidad de Madrid o Ayuntamiento (algo que Presa negó), del mantenimiento y remodelación del Estadio (según el Club, solo se encargan del mantenimiento) y una gran cantidad de preguntas a una Junta Directiva que respondió como pudo a las acusaciones de los accionistas.
Un episodio que no pudo ser contado por la prensa.