El año 2024 ha traído cambios significativos en el panorama económico y social, marcado por ajustes clave en las pensiones contributivas y no contributivas, donde el Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha sufrido los cambios más significativos.
EI Ingreso Mínimo Vital es un instrumento crucial diseñado para proporcionar apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad y para combatir la problemática de la pobreza infantil.
El aumento de todas las pensiones se ha llevado a cabo a cabo a través de un Real Decreto-ley emitido el 27 de diciembre del 2023, que estableció un aumento del 3,8% en las pensiones del régimen de Seguridad Social y de Clases Pasivas del Estado, vigente desde el 1 de enero de 2024. Sin embargo, las pensiones mínimas, no contributivas y el IMV han experimentado un incremento del 6,9%, en conformidad con lo establecido en el Real Decreto-ley 2/2023 y en línea con la recomendación 15ª del Pacto de Toledo.
Ingreso Mínimo Vital
La Seguridad Social ha proporcionado un desglose de las modificaciones aplicadas a las cantidades anuales destinadas a la renta garantizada del IMV, teniendo en cuenta el tipo de unidad de convivencia. Este enfoque permite adaptar las ayudas económicas de manera más específica a las necesidades particulares de cada familia.
Familias no monoparentales
Las cuantías anuales para las familias no monoparentales varían según la composición de la unidad de convivencia. Para una persona adulta, la cuantía asciende a 7.250,52 euros al año. En el caso de un adulto con un menor, la cantidad se eleva a 9.425,76 euros, mientras que para un adulto con dos, tres, o cuatro o más menores, las cifras correspondientes son 11.600,88 euros, 13.777,12 euros y 15.951,24 euros, respectivamente. Si la unidad de convivencia consta de dos adultos, las cuantías varían en función del número de menores presentes.
Familias monoparentales
Las familias monoparentales, que enfrentan desafíos específicos, tienen asignadas cuantías adaptadas a su situación. En este caso, la cuantía anual es de 11.020,80 euros para un adulto y un menor, y aumenta progresivamente hasta alcanzar los 17.546,40 euros para un adulto con cuatro o más menores. En situaciones excepcionales, como la prisión continua de uno de los progenitores o el reconocimiento de un grado 3 de dependencia en los niños, se aplican cantidades específicas, garantizando una atención diferenciada.
Ingreso Mínimo Vital para personas con discapacidad
Para aquellos beneficiarios que presentan alguna discapacidad, las cantidades asignadas se detallan de manera específica. Para una persona adulta con discapacidad, la cuantía es de 8.845,68 euros, mientras que para un adulto con discapacidad y un menor, el monto asciende a 11.020,80 euros. Esta lógica se extiende a otras combinaciones de adultos y menores en la unidad de convivencia.
Las familias monoparentales con beneficiarios que presentan alguna discapacidad reciben cantidades específicas, adaptados a su realidad. Las cantidades varían en función del número de menores presentes en la unidad de convivencia, asegurando una respuesta adecuada a las necesidades particulares de estas familias.
Complemento a la infancia e incentivo de Empleo
El complemento a la infancia, una herramienta esencial en la lucha contra la pobreza infantil, mantiene las cuantías establecidas en 2023.
- Para menores de 3 años, se asignan 115 euros.
- Para aquellos entre 3 y 6 años, 80,50 euros.
- Para los de 6 a 18 años, 57,50 euros.
Este enfoque diferenciado reconoce las distintas etapas del desarrollo infantil y garantiza un apoyo proporcional a las necesidades de cada grupo.
En cuanto al incentivo de empleo, diseñado para fomentar la participación activa en el mercado laboral, la Seguridad Social ha implementado medidas que aseguran que el aumento de los ingresos no afecte la percepción del IMV. Este enfoque innovador permite a los beneficiarios seguir recibiendo la prestación, o parte de ella, mientras mejoran sus ingresos, incentivando así una transición gradual hacia una mayor autosuficiencia económica.
Las modificaciones en las cuantías del IMV para el año 2024 reflejan un enfoque integral y adaptativo para abordar las necesidades específicas de diversas unidades de convivencia. Este enfoque personalizado busca no solo aliviar la pobreza, sino también fomentar la inclusión y la participación activa en la sociedad, respaldando así el bienestar integral de las familias en situación de vulnerabilidad económica.