Vallecas volvió a vivir un partido de fútbol: 1.500 personas fueron las afortunadas de poder estar en el feudo franjirrojo para disfrutar del partido de ida de la final del playoff de Segunda División ante el Girona. Esta vez, la afición franjirroja no tuvo problemas con las entradas del partido, como sí pasara en la semifinal del playoff ante el CD Leganés, donde se presenciaron diferentes incidentes a causa de las entradas para el encuentro en cuestión.
La hinchada vallecana tan solo tuvo que esperar una cola, guardando la distancia de seguridad correspondiente con las personas que tenía delante y detrás suya. Una cola que fue aumentando con el paso de los minutos y que generó momentos de incertidumbre entre algunos aficionados, por saber si llegarían a tiempo para el inicio del encuentro o no, hecho que finalmente se solventó a la perfección.
Los aficionados tuvieron que pasar un control de seguridad, enseñando su DNI y entrada correspondiente para que, a continuación, el personal de seguridad tomase la temperatura del aficionado. Esto provocó que algunas personas tuvieran que tomarse la temperatura en más de una ocasión, debido a que tenía alguna décima de más, debido a las altas temperaturas en Vallecas. Es por ello que, en la entrada del Estadio de Vallecas, el propio club había proporcionado botellas de agua para todo aquel que quisiera. Este proceso no llevó más de cinco minutos, por lo que todo salió mejor de lo esperado, tras el precedente del derbi madrileño.