LA ESCUADRA
Hay personas que tienen un don. Personas que caen de pie allá donde van, ya sea sobre el césped o sobre un coche. Una de ellas es Alberto García, el capitán del Rayo Vallecano. Desde que, junto a un compañero, estuve cubriendo el stage franjirrojo de verano en Marbella, me quedó muy claro que no era un portero al uso. El primer día que nos vio, alucinó. Se acercó y se interesó por nuestro viaje, dándonos las gracias por el interés y por el esfuerzo. Fue el único.
A día de hoy, sigue haciendo lo mismo en todos y cada uno de los viajes que realiza Unión Rayo. Un señor de la cabeza a los pies. Y me da que en el vestuario es más de lo mismo. Querido por todos, rebosa carisma. A la vista está que fue elegido por sus compañeros como capitán aun siendo recién llegado. Me consta que en Getafe dejó las mismas sensaciones entre los aficionados y empleados del club y ahora en Vallecas ya es un rayista más.
Nos contaba en Marbella que estaba gratamente sorprendido por lo que se había encontrado desde su llegada al Rayo Vallecano. La afición, los jugadores, el cuerpo técnico… Estaba encantado. Ahora, Alberto está devolviendo todo lo recibido a base de entrega y manos salvadoras.
Bajo los palos tiene sus errores, como todos, pero poco a poco se está confirmando como una de las grandes noticias de la temporada. Las dos paradas vitales frente a la Cultural Leonesa así lo demuestran. Se le critica que no sale con confianza por alto o que a veces no da mucha “sensación de seguridad” pero, si algo tengo claro, es que está sumando muchísimo más de lo que resta.
En Vallecas, si algo se pide es compromiso y esfuerzo. Alberto encarna estos dos valores como nadie. No se me borra de la cabeza la cara del guardameta tras la derrota del equipo por 2-3 en Zaragoza. Ese día no pegó ojo, estoy seguro. En la entrevista que le hice en zona mixta lo dejó claro. No se podían escapar puntos de esa manera. No si se quiere ascender. Ya el año pasado consiguió el objetivo con la camiseta azulona disputando 34 partidos. Ahora guía el camino de los franjirrojos hacia la máxima categoría del fútbol español.