Sorpresa con la ‘Cultu’
Ilusión y esperanza es lo que vive un equipo que vuelve a disfrutar de la élite después de 42 años con un equipo confeccionado para competir con totales garantías.
Alexis Fernández/ @cultural_VAVEL
Pasar 42 años alejados de la élite del fútbol son palabras mayores. La Cultural Leonesa ha transitado por la categoría de bronce y Tercera División durante todo este tiempo. Pero al fin le llegó el premio de dar el salto. La ilusión está en su máximo esplendor para una afición que empieza a disfrutar de un equipo que se ve las caras con escuadras que hace bien poco se codeaban en Primera División. Lo hacen sin reparos en una temporada que afrontan con muchos cambios. Y es que la Cultural Leonesa ha apostado por modificar su plantilla para competir en Segunda División con garantías. Aunque todos ellos siguen a las órdenes de uno de los máximos culpables de que León vuelva a disfrutar de un equipo en la División de Plata: Rubén de la Barrera.
Un equipo acorde tras el ascenso
El ascenso a Segunda División aumentó de forma destacada el atractivo del equipo. Tanto como comprador como vendedor. Así, el verano arrancó con la venta de Álex Gallar al Huesca por 400.000 euros, pago de su cláusula de rescisión. Aunque antes de nada, la presencia de la Aspire Academy hizo que arribaran a la entidad Yasser y Moein.
Los nombres propios del mercado tienen un aroma nacional. De todos ellos destaca Josep Señé. El mediapunta catalán aceptó el ofrecimiento de la Cultural Leonesa después de dos campañas, casi, en blanco en el Celta de Vigo. El otro gran jugador que milita en el cuadro culturalista es Rodri Ríos. El ariete soriano, un auténtico trotamundos, es el gol de este equipo. Córdoba, Valladolid, Zaragoza, Almeria o Sevilla ya han disfrutado de la garra de un jugador que ha pasado por Inglaterra y Alemania.
Emi Buendía, Guarrotxena o Jesús Fernández forman parte de ese segundo vagón de nombres a tener muy en cuenta. De los que continúan en el equipo con respecto a la pasada temporada destacan Zuiverloon, Yeray y Mario Ortiz. Pese a venir desde Segunda División B, Rubén de la Barrera tiene plena confianza en los tres. Experiencia en la categoría, e incluso más en el caso del zaguero holandés, no les falta.
Estilo propio
Rubén de la Barrera es, para muchos, el principal culpable de la buena marcha de la Cultural Leonesa. Un técnico que se estrena esta campaña en Segunda División y que lo hace con apenas 32 años. El buen trato de la pelota es fundamental para el técnico gallego que no deja de sorprender con sus cambios de sistema. Porque si hay algo que caracteriza a este equipo son las enormes alternativas que siempre encuentra su entrenador.
No parece nada sencillo, pero el técnico culturalista maneja distintas ideas de juego siempre asociadas al balón. A priori, Rubén de la Barrera juega con el habitual 1-4-2-3-1, pero con matices muy definidos y propios. Los laterales son muy ofensivos con este dibujo, aunque bien es cierto que entran por dentro. Este movimiento deja abiertos a los extremos y la llegada de segunda línea se produce con los propios laterales. En los últimos envites, eso sí, Rubén de la Barrera ha ido paso más allá. El técnico culturalista ha sorprendido a todos con un esquema que se asemeja al de Carlos Terrazas con varias líneas en las que el ‘desorden’ es habitual.
Un inicio alentador
Cualquiera hubiera soñado con un arranque de este calibre. Diez de los quince puntos puestos en juego han caído del lado culturalista. Una sola derrota, en el duelo inaugural ante el Lorca FC, y tres triunfos de mucha entidad ante Osasuna, Sevilla Atlético y Huesca. Ésta última el pasado domingo en un Reino de León infranqueable por el momento. Además, la Copa del Rey puede deparar un rival de Primera División si consiguen superar al Real Valladolid en el enfrentamiento de este jueves en el feudo culturalista. Justo tres días antes de visitar Vallecas.
