
Joan Alfons López / @EsportsdelCamp
El Nàstic. Ese equipo que no sabe lo que significa la palabra regularidad. Ese club que pasa de estar tres años en el pozo de la Segunda División B a lograr el ascenso a la categoría de plata y rozar, con la yema de los dedos, el ascenso directo a Primera sólo un año después. Y de la casi gloria dorada a quemarse la planta de los pies después de salvarse del descenso el pasado junio con un penalti parado en el último cuarto de hora de partido y marcando el gol de la tranquilidad en el descuento contra UCAM de Murcia. El Nàstic, esa montaña rusa de emociones que sigue siendo fiel a su reciente ADN: una de cal y otra de arena.
Tras una pretemporada magnífica dónde estuvo a un cuarto de hora de ganar al Barça, cuajó un pésimo inicio de liga que provocó la destitución de Lluís Carreras en la cuarta jornada. Tras la salida del barcelonés, llegó otro del mismo territorio: Antonio Rodríguez Saravia, Rodri. Con él, más allá de convertir al equipo en resultadismo puro y duro por encima de un juego convincente y sólido, se mantienen las idas y venidas.
Tras sacar al equipo del descenso y mantenerlo fuera (incluso alejado a unos 4 o 5 puntos), los grana se presentan en Vallecas en plena depresión y empezando un calendario que les alejará de Tarragona durante tres partidos, ya que después se empieza la segunda vuelta en Almería y se juega el partido suspendido el 1 de diciembre contra el Atlético Osasuna.
Por si fuera poco el bajón del equipo tras perder los dos últimos encuentros, el Nàstic se subirá al AVE sin Stephane Emaná y Uche, este último lesionado contra el Huesca, y un Jean Luc que ha regresado con mal pie a los entrenamientos. Además, se mantiene la ausencia del cerebro Sergio Tejera, hecho que supondrá una buena piedra en el zapato grana para intentar pisar firmemente en el feudo vallecano.
Ahora mismo los tarraconenses han realizado dos fichajes en el mercado de invierno pero sólo uno dispone de la documentación en regla: el centrocampista Javi Matilla. César Arzo, el refuerzo en el centro de la defensa, aún no podría competir este sábado si no se regulariza su situación en las próximas horas.
Como veis, poco optimismo en Tarragona. A lo que únicamente puede agarrarse la afición nastiquera es al buen rendimiento fuera del Nou Estadi. Las seis derrotas como local (sí, seis en diez partidos, no nos hemos equivocado) quedan compensadas con los once puntos sumados lejos de casa. Un 1 a 5 en Córdoba, un 0 a 3 en Pucela y un sufrido 1 a 2 en Soria son destellos que el Rayo y su afición tendrán que combatir. Aunque como decimos, la irregularidad grana va y viene. Sus fogonazos, también.
PARTIT | ? Aquesta és la convocatòria del Nàstic per al partit de demà davant el Rayo Vallecano.
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— NÀSTIC DE TARRAGONA (@NASTICTARRAGONA) 5 de enero de 2018
Lesionados: Uche, Stephane, Jean Luc, Omar, Tejera y Djetei
Bajas por decisión técnica: Carlos Blanco y Perone
Saliendo del club: Sandro
Posible Once: Barreiro; Abraham, Mesa, Delgado; Gaztañaga, Eddy; Jiménez, Suzuki, Molina, Kakabadze; y Dimitrievski.
