Eduardo Redondo / @EduRedondo11
El Real Madrid llega a la decimosexta jornada de Liga con la necesidad de conseguir una victoria frente al Rayo Vallecano. Después del ridículo que los de Solari hicieron en Champions frente al CSKA (0-3), LaLiga puede ser el bálsamo que calme los ánimos de los aficionados que a las puerta del Santiago Bernabéu pedían a la directiva refuerzos en el mercado de invierno e incluso la dimisión del presidente. El sábado, los blancos se verán de nuevo las caras con el público de Chamartín que ya han visto como su equipo a caído derrotado en ocho ocasiones esta temporada.
A la cita con los de Vallecas los blancos llegan con la enfermería llena. A las bajas de Casemiro, Nacho y Reguilón se une la de Gareth Bale que terminó el partido de Liga de Campeones con molestias en su tobillo derecho y es seria duda para el encuentro. Con la necesidad de puntos que tiene el Real Madrid, se prevé que Solari no realice más rotaciones y salga de inicio con Courtois, Carvajal, Ramos, Varane, Marcelo, Marcos Llorente, Kroos, Modric, Lucas Vázquez, Asensio y Benzema.
Llorente llega al encuentro como el jugador más en forma del conjunto de Chamartín que ha sabido aprovechar la oportunidad que le ha dado Solari y ha dejado muy buenas sensaciones. Por su parte, Marcelo regresa de lesión y con el viaje a los Emiratos Árabes a la vuelta de la esquina el brasileño no arriesgará lo más mínimo. Por último, Lucas Vázquez se ha convertido en un fijo en el once del técnico argentino, por delante de jugadores como Isco o Asensio que con Lopetegui tenían el puesto asegurado. El gallego no está en su mejor momento de forma pero con la confianza del entrenador, no hay quién le siente.
El Real Madrid cierra frente a los de Vallecas el año 2018 y después viajará hasta Abu Dabi para disputar el Mundial de Clubes con el objetivo de revalidar el título. Antes de que el balón empiece a rodar, Luka Modric ofrecerá al público del coliseo blanco el Balón de Oro que le entregó la semana pasada la revista France Football y que le coronó como el mejor jugador de la temporada 2018 en la que consiguió levantar la Champions y llegar hasta la final el Mundial de Rusia con la selección de Croacia.
Los ánimos están crispados tanto en los aledaños del Bernabéu como en la T4 y una nueva derrota sería un jarro de agua fría sobre el vestuario, que no anda mucho mejor. El último encontronazo lo tuvo Isco con la grada pero de puertas para adentro los ánimos empiezan a resquebrajarse y sólo una victoria podría reconducir la situación.