El balance de Íñigo Pérez desde la llegada del técnico navarro a los banquillos de Vallecas ha sido negativo. El Rayo Vallecano ha conseguido una victoria, tres empates y dos derrotas.
El conjunto franjirrojo no ha mejorado y los resultados así lo manifiestan. En sus tres partidos fuera de casa, el equipo no ha sido capaz de ver puerta y eso se ha traducido en dos derrotas, frente a Alavés y Girona, y un empate ante el Celta de Vigo.
Además, en casa el equipo comenzó con buen pie, con el empate ante el Real Madrid, en el primer encuentro de Íñigo Pérez en el banquillo franjirrojo, pero después llegó un empate con sabor amargo ante el Cádiz. En aquel partido, el Rayo podría haber marcado la diferencia con el descenso, pero un gol en el último minuto puso el empate en el marcador.
La alegría llegó con la victoria, la primera de Íñigo en el banquillo, ante el Real Betis (2-0). El buen resultado fue un impulso de energía para toda la plantilla y para toda la afición.
El próximo duelo frente al Getafe será una prueba más para el técnico navarro, quien se ve con la obligación de conseguir la victoria y poner tierra de por medio con el descenso, que actualmente se encuentra a cinco puntos.