Lo avisó Paco Jémez en rueda de prensa: Habría rotaciones ante el Racing. Y así fue, aunque seguro que nadie esperaba que uno de los damnificados fuera a ser Álvaro García, ya que fue de los más destacados del Rayo Vallecano en la derrota ante el Girona.
En su lugar entró Bebé, que también tuvo una buena actuación en Montilivi y que aprovechó a la perfección la oportunidad que le brindó el míster. Desde el inicio del partido se le vio muy participativo y con ganas de ser protagonista. Lo intentó en varias ocasiones con disparos lejanos, algo habitual en él, aunque sin suerte.
No obstante, fue en el segundo tiempo, cuando el futbolista portugués empezó a ir a más. Primero con un disparo raso que se marchó rozando el palo. Después con otro lanzamiento que sacó con una gran parada que realizó Luca Zidane. Sin embargo, la gran jugada llegó en el último tramo del encuentro, cuando dejó sentado a Alexis Ruano y puso un centro al segundo palo que no encontró rematador.
Su partido estaba siendo excelente, pero tenía que ‘poner la guinda’, y lo hizo en el último minuto, marcando el gol de la tranquilidad para los franjirrojos en una jugada en la que no había portero y tuvo todo el tiempo del mundo para marcar.
Además, el luso también aportó en el último partido de Liga contra el Málaga, en el que salió en el descanso sustituyendo a Andrés Martín. Suyo fue un lanzamiento al palo que pudo suponer el gol de la victoria. Cabe destacar que Álvaro García sigue lesionado, por ello no participó en el choque contra el equipo andaluz.
Tanto Álvaro como Bebé están en un momento de forma espectacular, por lo que se prevé un duelo muy intenso entre ambos por hacerse con la titularidad en el flanco izquierdo del equipo.