La Superliga europea es una realidad. El domingo por la noche saltó la bomba, 15 equipos fundadores + 5 invitados, jugarán, excepto sorpresa, todos los años una Superliga Mundial. Se tratará de una nueva competición en la que participarán los grandes clubes del fútbol europeo. Al Rayo Vallecano, también le afecta. Por ello, desde Unión Rayo hemos analizado las principales consecuencias que tendrá para el equipo franjirrojo la creación de la Superliga.
Pérdida de ilusión
Es la principal consecuencia, no solo para el Rayo, sino para el resto de los equipos de Primera y Segunda División. Se ha cambiado la ilusión de los aficionados, por el dinero. Al crearse esta nueva competición, los clubes perderán la oportunidad de soñar con acceder a la Superliga. A consecuencia de esto, el Rayo no podrá jugar nunca contra el Liverpool, el Manchester United o el City.
Si antes era muy difícil, ahora se vuelve prácticamente imposible, privándoles así de una oportunidad única. Pero no solo esto, el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid contarán con plantillas multimillonarias, y con una diferencia de 350 millones de euros sobre el resto. Esto, sumado a la diferencia que ya tenían antes abre aun más la brecha y provoca que ganarles sea una gesta histórica.
Un modelo inaccesible
La Superliga crearía un modelo completamente inaccesible, no solo para entrar, sino para algún día poder optar a posiciones altas en las ligas. Los clubes, incluido el Rayo Vallecano, perderían su razón de ser, su motivo para seguir competiendo. Porque ¿para qué vas a competir si la Liga no vale nada? Porque la competición importante y la que daría el dinero sería la Superliga. Los grandes equipos, bautizados así por el simple hecho de tener más dinero, crearían además una competición adulterada en la que da igual la posición en la que queden en la tabla, que simplemente por el escudo, participarán en dicha competición.
Fábricas de talento para los grandes
Si dicha propuesta sigue adelante y finalmente, ocurre, el resto de equipos del fútbol español se convertirían en fábricas de talento para los grandes. ¿Para qué vas a formar a tus propios jugadores si nunca vas a jugar la Superliga? O si ese jugador acaba saliendo bueno, el Madrid, el Atleti y el Barcelona te lo robarán. Es decir, vas a perder tu tiempo en formar a unos jugadores que vas a perder y que el beneficio económico que saques será para seguir nutriendo a los grandes equipos. Es decir, la Liga se convertiría en una “cantera” de la Superliga, y mejor no hablamos en lo que se podrá convertir la Segunda División.
Una competición europea sin valor
Para acabar, nos encontramos con la última consecuencia, a priori, la única positiva, pero que tiene trampa. Si finalmente se mantiene la Champions o la Europa League, los clubes tendrán más posibilidades de acceder a ella. Pero, y aquí llega la trampa, será una competición europea sin valor, los principales equipos ya no estarán aquí y se perderá la oportunidad de vivir partidos históricos, de soñar con un Rayo-Liverpool, o de que simplemente, un equipo pequeño gane a los grandes.