Días de mucho, víspera de algo (título inicial).
Resacón en Vallecas (título tipo de diario deportivo)
Cualquiera de estas frases podría servir perfectamente para explicar lo ocurrido en Vallecas entre Rayo Vallecano y Celta. Ahora caigo en que podría haber titulado hace tres dias “los lunes al gol” y hoy “los jueves sin gol”, pero ya es tarde.
Dejaré lo de “Cerca de las estrellas” porque es nostálgico y a la vez ajustado a la realidad, creo.
El primer día de esta semana el campeón de Europa tuvo un mal día y perdió en Vallecas. El Rayo tuvo uno no mucho mejor en casa el jueves y empató.
El Celta salió a la cancha con el orden y el dinamismo que provocan un cambio de entrenador y una superioridad física provocada por un mayor tiempo de descanso que los rayistas entre partidos.
Andoni Iraola cambió piezas en el tablero intentando dar descanso al capitán Trejo y al delantero Camello. Buscaba a cambio mayor estabilidad en el medio para protegerse de las contras celestes y un rematador de centros laterales ante las dudas de la defensa visitante no muy fina hasta ahora.
Los internacionales
Gran parte de los seguidores del caballo blanco reclaman una llamada de Luis Enrique a Isi o Álvaro García para la selección nacional e incluso plantean la opción de Catena,dado que otro García, Eric, suele ir. Los aficionados celtiñas reclaman la presencia de Aspas en el combinado español.
Quien se ganó una llamada de Martínez fue Javi Galán. El lateral zurdo fue una pesadilla para Balliu y un muro para Isi y dio una de esas exhibiciones que no deben pasar desapercibidas.
Un segundo tarde
La buena colocación, actitud y despliegue de los jugadores visitantes provocó que los peloteros de Iraola, agotados tras el esfuerzo del lunes llegaran ese segundo tarde que provoca desequilibrios, que te hace ir más fuerte para en caso de pérdida del duelo no dejar al equipo descolocado y frenar posibles contras.
Los de Iñigo Pérez se vieron condenados a recibir media docena de tarjetas,justas en su mayoría, todo hay que decirlo, para evitar la zozobra.
Los Munuera
Si el trencilla del lunes fue víctima de críticas por su desempeño, su tocayo de apellido tampoco se libró de la quema. Su arbitraje fue, como decirlo, especial.
No es el peor trabajo visto a un colegiado en Vallecas, pero su labor fue cuanto menos, desconcertante. Su criterio fue el contrario al habitual que suele ser dejar fluir el choque en la primera parte y amonestar en la segunda para castigar la brusquedad local y ser condescendiente con las contínuas pero tibias y bien hechas faltas visitantes.
Me lo dijo Pérez
Lo cierto es que los equipos bien armados atrás y rápidos a la contra se le atragantan al Rayo en casa. El Celta lo fue,acumulando zagueros en una buena defensa del área y saliendo con la potencia de Paciencia y la velocidad de Carles Pérez. El 7 celtiña superó como un avión a Catena,éste, cabeza fría, evitó su expulsión y el delantero, algo cansado perdió el uno contra uno contra un seguro Dimitrievski.
Cerca del naufragio
La salida del segundo tiempo podía presagiar un cambio en la dinámica tras hacer Isi al filo del descanso el primer disparo a puerta (sin peligro) de la franja.
La presencia de Galán ya era la de un Godzilla cualquiera y Tapia era un auténtico pulpo de cuyos tentáculos nada ni nadie escapaba.La sensación que daba el juego es que el Rayo se iba rompiendo y los de Vigo acercando al área, pero intervinieron los directores y algo ocurrió.
Estrellas y estrellados
La doble I, Iñigo e Iraola movieron el banquillo y aquello se notó. Isi, agotado y anulado dio paso a Salvi y Falcao, también frenado a Camello. Frescura y trabajo para el sector derecho y la punta.
La doble C,Carlos Carvalhal vio que era el momento de ir a por el partido y dio entrada al jugador franquicia, Iago Aspas.
Durante unos eternos minutos flotó en el ambiente el miedo a la derrota, pero el mal estado físico y anímico del 10 visitante y sobre todo la entrada posterior de Pathe Ciss y Trejo cambiaron el partido.
Empatía
¿Valientes? ¿Cobardes? A veces hay que ponerse en el pellejo de entrenadores y jugadores, entender sus dinámicas y valorar los resultados. Mientras el Rayo dio el paso hacia adelante natural por jugar en casa y actitud vital, el Celta dio uno atrás pensando en que si el plan bien ejecutado les había premiado con un punto no era inteligente perderlo y aún podían ganar tres con su estrella en el campo.
Sordo como una tapia
La anécdota del partido la protagonizó Renato Tapia. El mediocentro,agotado y con calambres decidió echarse al suelo tras un balón disputado con Trejo. Atendido y sacado del campo,entendió que había sido sustituido, perdió de vista el partido y se puso a saludar a los vigueses desplazados a Vallecas.
Munuera le invitaba a entrar y su entrenador y compañeros le gritaban para que lo hiciese pero durante unos segundos el tipo no se enteró. Finalmente accedió, se tiró al suelo y fue cambiado por un Beltrán que pasó desapercibido ante una grada enamorada de otro Fran.
Cerca de las estrellas
Con algún que otro susto final y la intervención protagónica de Munuera, que señaló el final del partido con un saque de esquina favorable a la franja sobre el tiempo reglamentario,siendo una vez estricto cumplidor del reglamento con los locales acabó el partido con un buen empate dadas las circunstancias, una notable clasificación para el Rayo y un aviso de lo que puede ocurrir si el agotamiento se vuelve a presentar en Vallecas a la vuelta del mundial. Para entonces estará Raúl de Tomás. Goles son amores.