“No te quiero alarmar,pero creo que algo está sucediendo aquí” Jessica Fletcher
Dedicado a Chelo, fundadora como Prudencia de un equipo de fútbol, en este caso siete llamado Dieguez Deportivo, ser inigualable y madre y abuela de vallecanos, getafenses y personas de bien todas que decidió unirse a sus coetáneas Isabel II y Ángela Lansbury en el tercer anfiteatro.
El Rayo Vallecano y (sobre todo) su visitante, el Getafe, empataron a 0 en Vallecas y aprovecharon la ocasión para hacer un homenaje a la recientemente fallecida Ángela Lansbury, actriz británica que compitió en longevidad con su reina y en fama en las pantallas durante más de una década a caballo entre los ochenta y los noventa con la serie “Se ha escrito un crimen”.
Su personaje, Jessica Fletcher hizo olvidar a otros papeles que pudieron valerle un Óscar con títulos muy aplicables en según qué momentos a la franja. Lansbury actuó en “Luz que agoniza”, “El Retrato de Dorian Gray” o “El mensajero del miedo” e inolvidable fue su actuación en “La bruja novata”. Que cada uno piense en quien quiera.
El inicio del partido no hacía presagiar en Vallecas lo que ocurriría después,pero es que en Cabot Cove tampoco y murió más gente que en Puerto Hurraco. Un Getafe encerrado era incapaz de salir de su área ante un Rayo decidido, dinámico y atrevido que estaba en todas partes salvo, lástima,en el área rival. Tan embotellado estaba que en la necesidad halló su virtud (quizá).
El partido murió sin remedio en el minuto quince a pesar de los intentos de reanimación de los locales.
Jessica Fletcher, que estaba viendo La Liga TV Celestial llamó al Sheriff Amos Tupper ante las evidentes sospechas de muerte no natural.
Intentó contactar con Melero López,pero este,despistado, no se enteró de nada. Viendo el juego por la cabeza de Jessica pasaron distintos sospechosos y modus operandi. Pudo ser Damián Suárez con la técnica del cambiazo de la botella de agua por laxante.
Quizá Djene sacándose un clavo de la media y pinchando el balón.
Otra buena opción serían Mitrovic y Angeleri a base de manotazos.
Aleñá también hizo méritos con su estilo de matón remangado mezcla entre Marc Lenders y CR7.
Enes Unal a base de codazos.
La señora Fletcher se quedó con la duda llegado el descanso. Por experiencia tenía claro que el agonizante partido no levantaría cabeza.
Pareció equivocarse cuando la franja a base de empuje consiguió recuperar las constantes vitales del choque hasta encontrar su punto álgido en las manos de Angeleri que acabaron en penal y no expulsión.
Óscar Trejo, eterno y renovado capitán se ofreció para acabar con el partido pero su chut cruzado se dió de morros con David Soria. El arquero visitante rechazó el cuero y convirtió así el duelo en encefalograma plano.
La Fletcher también quiso encontrar culpables para el fatal desenlace en Álvaro García, sus controles y su estado aún renqueante, en Isi y su puntería esquiva,en Camello y su juventud y en Falcao y su mala suerte, convirtiendo en remate lo poco que le llegó.
Chavarrías, Unai, Pozo y Bebé pasaron de puntillas por el choque y Algobia debutó en su casa con más pena que gloria.
Cuando los jugadores se dieron la mano y el árbitro decretó el final con cero a cero, la escritora e investigadora sorprendió a todos con su conclusión.
El culpable, sin duda azulón no fue un jugador u otro, ni el entrenador ni sus ayudantes ni médicos sino Fuenteovejuna, lo hicieron todos a una.