
“Todos somos contingentes, pero tú eres necesario” (Amanece que no es poco-1989 y Vallecas a Iraola-2023)
Ausente por motivos laborales, mi otra mitad me informó de las consecuencias de la reunión de la comunidad de vecinos. Para reparar los daños en el tejado, escaleras, barandillas y demás mamandurrias del bloque se tuvo que pedir un presupuesto, y superada la cuesta de enero habría que afrontar una derrama para arreglar todo.
Ella me contaba todo esto y yo con tanto daño me quedé como un idiota pensando “como el Rayo“, imaginando incluso una colecta entre aficionados para…dejémoslo.
El Rayo Vallecano derrotó al Almería por dos goles a cero en una jornada mas trayectorias que la bala que mató a Kennedy y que sitúa al equipo de Iraola con unos mágicos 32 puntos (saludos cordiales, Earvin Johnson) en un sensacional quinto puesto de la tabla.
Quiso salir el Rayo intenso pero los visitantes saltaron a la cancha con más tensión que el catálogo completo de Alfred Hitchcock. Robertone quiso provocar “Psicosis“, Melero le aportó “Vértigo” y Dimitrievski se vio por momentos con “La soga” al cuello. Apareció Isi Palazón en cancha y los de Rubi empezaron a ver “Los pájaros“.
El partido se emparejó, precioso por momentos, y Lejeune comenzó a buscar “El crimen perfecto” a base de pelotazos de libre directo, pero Fernando, “Con la muerte en los talones” supo detener a duras penas los misiles tierra-tierra del parisino.
Su antaño compañero Rodrigo Ely fue protagonista “A-la-vés” (chiste indigno, ustedes sabrán perdonarme) y decantó, de forma inesperada el partido. Isi Palazón botó el segundo saque de esquina tras el descanso y el zaguero, en su intento de despeje pateó al aire con la de golpear y tocó con la de palo, preciso, al palo contrario de Fernando. (1-0).
El gol afectó al equipo almeriense y Andrés Martín, gentileza de Trejo pudo sentenciar el choque. Su mano a mano podría haber redondeado una buena noche del zurdo pero su disparo no tuvo acierto ni premio.
Minutos después el interino en la plaza dio entrada al titular y éste despejó dudas. Alguien le debió decir a Álvaro García que le estaba saliendo competencia por lo que decidió saltar a la cancha, recibir una golosina por parte de Palazón-Selección , parar, fintar, recortar y explicarle a Andrés como se resuelve con la mala, compañero (2-0).
El partido quería seguir vivo pero ya que estamos con Alfred (el de Benidorm Fest no, por Dior) o mejor con M. Night Shyamalan (o como se escriba) , el choque estaba muerto y no lo sabía. O de parranda, porque la media hora final fue un jolgorio en el que también participaron Unai López, Pathé Ciss de nuevo en la causa, Salvi Sánchez y el que por el momento pudiera ser protagonista de otro título del maestro del suspense “Ricos y extraños“, don Raúl de Tomás.
Con el silbato final quise comprobar en el móvil, una vez más, la clasificación, y mi compañera de preocupaciones me contó más de la reunión.
“¡Nos vamos a quedar sin techo!” exclamó un vecino. Como el Rayo.
