LA CONTRACRÓNICA
Los 5 de enero son días especiales, mágicos y tan únicos como repetitivos en ciertas costumbres y rituales. La gente va a cabalgatas , come roscones y brinda por el nuevo año hasta achisparse, allanar el terreno a los pajes de sus majestades los Reyes Magos de Oriente y no pensar en la cuesta de enero, especialmente dura en los viejos tercios de la franja, donde se quiere igual, más o menos a los pequeños pero hay que gastar mucho más tiempo y esfuerzo en premiar lo buenos que han sido,tanto que en ocasiones se producen injusticias materiales que no ocurrirían en la milla de oro.
El caso es que a mi ritual de vender roscones en estas fechas añadí uno nuevo con la ilusión del niño que deja viandas y espirituosos a sus pa…trocinadores de alegrías. Debajo de un cielo gris hay un mundo de colores, así que bajo mi uniforme de trabajo me embutí la camiseta de la franja del Rainbow Warrior. Me convertí así en el vendedor de roscones arcoiris. Polo gris, pantalón cargo azul marino, chaqueta del mismo color y camiseta bajera negra con franja y ribetes mil colores en las mangas. Nada podía fallar.
El Rayo visitaba Pucela en víspera de reyes y muchos dudamos que tipo de roscón sería nuestro equipo hoy. Pero la franja nos sorprendió con un truco de Rey Mago para abrir boca. El que mi hermana Melanie hace para deleite del personal y con un público mínimo dada la edad de nuestros pequeños ya adolescentes. Gonzalo es el único que al caer a la terraza de ese cuarto en la Avenida de la Albufera esos caramelos llovidos con la precisión de un disparo de Raúl de Tomás cree que provienen de las mil carrozas de la cabalgata. Es ella sin embargo la que los lanza desde otro lugar que no mencionaré aquí para no romper el hechizo.
Medrán, Alex Moreno y Embarba lanzaron los dulces y la defensa blanquivioleta se agachó a recogerlos mientras Masip no daba crédito. Se adelantaron los de rojo y negro, otrora anárquicos para buenaventura de Durruti, pero quedaban 89 minutos y medio para el final y no teníamos claro cómo sería hoy nuestro roscón.
Porque el Rayo es como los roscones de mi tienda. Tiene mil variantes. Empezaba los partidos siendo de nata pero terminaba los mismos sin relleno. Probó a ser de trufa, pero como en la realidad del día a día terminaba teniendo cobertura de chocolate negro y nata con aroma de Pedro Ximenez, demasiado aroma quizá, no sé si me entendéis. Tan empalagoso que terminaba cediendo el balón saliendo al toque, convirtiéndose en Flan Dhul y encajando derrota tras derrota. Cuando Kakuta decidió desertar e Imbula desaparecer abandonamos la trufa y el chocolate negro y nos pasamos a la crema. Fuimos roscón de crema con Pozo y Álvaro y llegamos a ser en algunos momentos de Ferrero Rocher como en la dolorosa derrota ante el Barcelona. Momentos escasos pero de enorme delicadeza, calidad y enjundia. Fuimos hasta roscón de nata y fresa, pero poner a Advíncula y Tito juntos sobre el campo no puede ser bueno.
Michel tuvo que cambiar. A él no le gusta el fútbol sin relleno así que tras llenar la tripa con tanto roscón y no comerse una rosca le dió una vuelta. Primero fue roscón rancio , duro y caducado ante el Eibar pero sorprendentemente triunfó. Lo intentó así contra Leganés , Betis y en el Bernabéu, pero un roscón malo no engaña eternamente.
Probó mil ideas y recetas y hoy día 5 de enero, víspera de felicidades y regalos, podemos afirmar y afirmamos que Michel ha encontrado una receta válida. El Rayo es un roscón de nata y frutos secos con fruta escarchada. Tiene por momentos la dulzura, cremosidad y contundencia de la nata. Tiene frutos secos, muy secos, en defensa y centro del campo, a veces hasta con una cáscara imposible de superar como lo fue nuestra zaga hoy . Y fruta escarchada. Esa que a nadie gusta, muchos sufren y todos comen. Porque Stole Dimitrievski se estaba convirtiendo en el banco en fruto seco pero le llegó su oportunidad. Porque Stole Dimitrievski paró todo, despejo todo y lo único que perdió fue tiempo. Porque Stole Dimitrievski no es una simple fruta escarchada, es una toda una macedonia de ellas, firmes y surtidas. Porque Stole Dimitrievski detuvo el penalti del otro Michel y le quitó las ganas de comer roscón a Ronaldo Nazario en el estadio de la Pulmonía. Porque Stole Dimitrievski salió de José Zorrilla y por Zorrilla recitó:
„¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?“
TRADUCCIÓN
Tres puntos bien verdaderos
llegaron con emoción,
tres puntos al casillero.
Tenemos nuestro roscón.