A la media hora de partido, González Fuertes interrumpió el juego para que los jugadores se hidratasen debido al calor por las altas temperaturas y el entrenador del Rayo Vallecano, Francisco, aprovechó la pausa para dar las claves a sus jugadores a la hora de afrontar los 15 minutos que quedaban de primera mitad emulando a los tiempos muertos que se viven en baloncesto en la que todos se reunen para recibir las indicaciones del técnico.
El preparador rayista se perdió el primer encuentro de La Liga por sanción y tras su vuelta al terreno de juego ante el Granada, quiso arengar a sus jugadores para mejorar acciones del juego al ver que el conjunto granadino estaba llegando con mucho peligro al área de Dimitrievski.
Francisco reconoció a sus jugadores tras la reunión al frente del banquillo que el inicio del partido les había costado e incidía en buscar los pasillos interiores entre central y lateral para hacer daño.
Además, remarcó la importancia de la posesión para lograr esos espacios, plan del que habían hablado antes del inicio del partido: “Si con balón entendemos lo que hemos hablado antes del partido, de encontrar los pasillos, les vamos a hacer daño (…) paciencia, vamos a tener el balón“.
Su plan obtuvo resultados
El trascurso del partido dio la razón a Francisco y el segundo gol llegó logrando esos espacios que tanto demandaba. El Pachá Espino habilitó un gran balón al espacio para Álvaro García y llegó a línea de fondo para enviar un buen centro al área que RdT controló y, cuando parecía que la perdía, jugó de cara para Pathé Ciss y el senegalés se sacó un latigazo a la escuadra de la portería.