La jugadora del Rayo Vallecano Femenino, Laia Ballesté, empezó a jugar al fútbol en el patio de su colegio. Con mucho trabajo y esfuerzo ha conseguido cumplir su sueño de llegar a la Primera Iberdrola de la mano del Rayo y un vestuario, que la está haciendo crecer como futbolista y como persona. El sábado jugará ante el Real Madrid.
#EntrevistaUR a Laia Ballesté
¿Cómo empezaste a jugar al fútbol?
Yo empecé en la escuela. En el patio del colegio con mis amigos del pueblo del Ampolla que es de donde yo soy y jugaba con niños hasta la edad de los 14 años, que es hasta donde permitía la Federación que las chicas pudiéramos jugar con los niños. Desde ahí empecé a jugar en equipos femeninos y hasta hoy que al final he conseguido lo que yo quería desde pequeña. Yo miraba en Barcelona TV a Alexia Putellas y quería ser esa niña.
Ascendiste a Reto Iberdrola con el Valencia B, después pasaste por el Alavés y luego el Logroño B, ¿qué diferencias ves entre la Liga Reto y la Iberdrola?
Te diría que antes había mucha diferencia en cuanto a calidad, y tema físico, pero creo que ahora el fútbol femenino está creciendo y la diferencia entre Reto y Primera está siendo inferior. Los clubes apuestan más por el fútbol femenino y eso se nota, que la gente que subimos, lo hacemos más preparadas.
Apenas 22 años y estás teniendo una carrera prácticamente meteórica ¿no?
Sí. Es cierto que el año pasado en el Logroño empecé a asomar la cabeza con Gerardo, que me dio la confianza de poder disputar el primer partido de Liga, y después la semifinal de la Copa de la Reina. Eso me empezó a abrir los ojos y a hacerme ver que yo también podía ser una jugadora de Primera. Al final, es un sueño que se cumple, es trabajar y no dejar de creer en que tú también puedes llegar.
¿Por qué decidiste fichar por el Rayo?
Estuve hablando con algunas jugadoras que ya estaban en el club. Yo sabía la situación extradeportiva que vivía el club, pero quería seguir creciendo como futbolista y como persona. Sabía que había un gran vestuario, un sentimiento de unión y familia y que era un equipo que luchaba por sus derechos, por conseguir lo que ellas merecían. Quería estar en un equipo donde pudiera disputar partidos. Yo no conocía personalmente a Miguel Ángel Quejigo, pero él me había visto jugar cuando yo estaba en el Valencia y contactó conmigo para animarme, que iba a ser un año chulo y también me ayudó a decantarme a venir aquí. A mí me daba un poco de miedo porque Madrid es una ciudad grande y yo vengo de un pueblo pequeño y me daba un poco de respeto, pero Miguel me ayudó a decidirme.
“Quería seguir creciendo como futbolista y como persona. Sabía que había un gran vestuario, un sentimiento de unión y familia y un equipo que luchaba por sus derechos”
Este año has jugado 5 partidos y 530 minutos ¿Cómo te estás sintiendo porque además es tu primera experiencia en Primera Iberdrola?
Al principio un poco nerviosa. Siempre quieres hacer tu trabajo lo mejor posible, pero es que las compañeras ayudan mucho. Aunque sean nuevas como yo o como las que ya están de años anteriores, hacen que te sientas cómoda dentro del terreno de juego. Nunca te va a faltar una palabra de: “Venga va Laia la próxima sale” y eso es muy gratificante.
Según lo que estás contando, tu adaptación dentro del vestuario está siendo mejor imposible ¿no?
Sí. La verdad es que mejor imposible. Hay muchas jugadoras que desde el primer momento no las veía así. Paula Andújar es una tía de puta madre, que me rio mucho con ella. Hay muchas compañeras que te ayudan a que tú aprendas y que te dejan aprender de ellas y eso es algo muy positivo y muy bueno para las novatas porque yo me considero aun una novata.
Este fin de semana conseguisteis la primera victoria de la temporada frente al Sevilla. Hay una imagen que fue ese abrazo entre Pilar y Paula y tú al acabar el encuentro, ¿Qué significó esa victoria para vosotras?
Para nosotras fue una victoria para coger aire, para saber que estábamos haciendo muchísimas cosas bien, que había partidos que las cosas no nos salían, pero muchas de esas cosas estábamos haciéndolas bien. Yo creo que el partido del Valencia se nos acercó la victoria porque dominamos un poco la primera parte. Ese partido se puede acercar un poco a lo que podía ser una victoria. Al final, el encuentro del Sevilla estuvimos muy concienciadas de que ese partido lo podíamos ganar y al final se vio el trabajo que estábamos haciendo. Esa imagen refleja la rabia y las ganas de que por fin, nos salían bien las cosas, de tener esa poquita de suerte, que nos ha faltado en otros partidos.
En los primeros partidos jugasteis bien, pero os faltó esa suerte para ganar que frente al Sevilla encontrasteis ¿no?
Sí, eso es. Una pizquita de suerte hacia portería. Si que es verdad que nos acercábamos, que las ocasiones algunas eran claras y otras se nos iban fuera, o alguna defensa las quitaba. Yo también veo que al final conseguimos tener la solidez defensiva que en otros partidos nos costó. En el fútbol si mantienes la portería a 0 puedes sumar, o un puntito o un +3.
¿Qué importancia tiene para vosotras el no encajar?
El no encajar es significado de puntuar. Lo que sea puntuar para nosotras es bueno y mantener la portería a 0 es algo vital para al menos no tener un gol en contra, que eso te puede restar.
Este fin de semana os enfrentáis al Real Madrid ¿Cuál crees que puede ser la clave del partido?
Creo que todos sabemos la situación en la que está el Real Madrid. Al final, es un equipo que tiene muchas jugadoras muy buenas, con mucha calidad individual y creo que la clave va a estar en volver a estar sólidas defensivamente y sobre todo, aprovechar las ocasiones que tengamos para materializarlo y que eso sea gol.
“La clave va a estar en volver a estar sólidas defensivamente y sobre todo, aprovechar las ocasiones que tengamos”
Va a ser uno de esos partidos que siempre apetece jugar ¿no?
Sí. La verdad es que tú dices buah me voy a enfrentar al Real Madrid. Es un partido que quieres jugar. El otro día mi padre me decía eso es como un Barcelona-Espanyol pues sí, es como un derbi. Es un partido que tiene un plus, encima juegas en el Di Stéfano que todas las jugadoras nos encanta jugar esos partidos.
¿Qué te está pareciendo la afición del Rayo en estos primeros partidos?
A mí me habían hablado de lo que era la afición del Rayo. Me comentaron que el año pasado la afición la tenían ahí en la valla porque no se podía entrar. Si que es verdad que cuando empezamos la pretemporada había ahí gente en la valla, pero yo no sabía quienes eran realmente. El Rayo Femenino tiene algo positivo y es que tiene una afición que les apoya incondicionalmente y que es el jugador número 12. Tener una afición así ayuda muchísimo y jugando en casa y teniendo esta afición, nuestra casa va a ser un campo difícil y así queremos que sea.
¿Qué retos te pones a nivel personal y hasta dónde esperas llegar?
Yo lo primero que tengo en mente ahora es empezar a asentarme en la categoría y vivir el día a día. Hay que aprovechar el momento y lo que tenga que venir bienvenido sea. El trabajo tiene su recompensa y lo que venga bienvenido será.