El Celta de Vigo abrió sus puertas este Viernes Santo a sus aficionados. El equipo gallego se dio un baño de masas antes de la visita del Rayo Vallecano en LaLiga.
Más de 6000 hinchas vigueses acudieron al estadio de Balaídos en el entrenamiento a puerta abierta del equipo de Giraldez.
Los jugadores lanzaron balones, firmaron y se hicieron fotos con la afición. Y es que el Celta de Claudio Giráldez ha devuelto la ilusión al Celtismo.
El Celta se ha planteado el encuentro ante el Rayo como una auténtica final. Los gallegos adelantarían a los vallecanos en la clasificación si logran ganar.