LA ESCUADRA
Peru Nolaskoain. 19 años, debut como titular con el Athletic Club en el Nuevo San Mamés, partidazo, gol y victoria. Cuando se apuesta por la cantera pueden pasar estas cosas. Es imposible que si los jóvenes no juegan marquen goles. La casualidad de que si no estás sobre el verde, no anotas. La casualidad.
No lo entiendo. De verdad. Que me lo expliquen. 0-3, el partido resuelto, el Sevilla pasando por encima de un Rayo sin opciones y con la afición resignada. Cambio. Sale Javi Guerra, de 36 años. Para foguearse…
A ver, dejando de lado ironías. Es un buen jugador, ha dado mucho a este equipo en el pasado pero me jugaría lo que fuese a que este no será su año. ¿Y Míchel? Por supuesto que tiene mil cosas buenas. Ha llevado al equipo a Primera y es toda una leyenda del rayismo… No entiendo que no saque a los chavales con un 0-3, igual que tampoco entendí que el año pasado no debutara ninguno.
Seguro que él sabe más de fútbol que yo y seguro que ese cambio de Javi Guerra fue por algo pero para mí fue el colmo de una situación que soy incapaz de comprender. La cantera sufre y agoniza. ¿Cómo ilusionar y motivar a los chavales que vienen por detrás si ven que apenas hay oportunidades?
No me van a convencer de que Tito es mejor que Mario Hernández. No me van a convencer de que Javi Guerra puede aportar más que Sergio Moreno (y menos en un 0-3). No me van a convencer de que Jean Jules no merecía una apuesta más fuerte y más seria por él. No me van a convencer.
Permitidme que, con todo el respeto del mundo, juegue por un momento a ser entrenador. Minuto 70. Doble cambio. Se marchan Medrán y Álex Moreno. Entran Sergio Moreno y Akieme. Cogen experiencia, suman minutos con la presión de jugar contra todo un Sevilla y, oye, les das la alegría de debutar en Primera, que no está nada mal como premio. ¿Hubiese cambiado mucho el resultado final?
Quizá soy cabezota o quizá no tengo ni idea de fútbol. Puede ser. Pero sigo sin verle sentido a todo esto. Y menos a que en rueda de prensa Míchel diga que Javi Guerra es “el único delantero” que tiene. Cuanto menos es desmotivante para, en este caso, Sergio Moreno, que lleva dejándose la piel sobre el verde con ilusión en cada entrenamiento, como todos los canteranos, soñando en grande. Déjenles soñar.
