El Rayo Vallecano ha conseguido, tras algunos años difíciles, una cierta estabilidad en el centro de su defensa. Velázquez y Catena se han convertido en una pareja titularísima a la que solo las tarjetas y rotaciones ha podido separar. Sin embargo, Andoni Iraola tiene un as bajo la manga en caso de emergencia. Un central de ‘socorro’ llamado Óscar Valentín.
El centrocampista de Ajofrín (Toledo) está acostumbrado a jugar cerca de los centrales en la salida jugada del balón dando equilibrio al equipo. Pero ya son varias las ocasiones en las que el técnico franjirrojo le ha colocado directamente en el centro de la zaga.
Zaragoza ha sido el caso más reciente (aunque ya lo hizo en Albacete). Iraola movió el banquillo e introdujo cambios ofensivos dando entrada a Santi Comesaña en lugar de Martín Pascual. Con este movimiento, Óscar Valentín pasó a ser central cuando el equipo defendía y pivote cuando atacaban.
Una faceta de comodín nada fácil de desempeñar si tenemos en cuenta que poco después Álvaro García se ‘reconvertía’ a lateral izquierdo jugando el último tramo del partido sólo con dos defensas puros: Advíncula y Catena. Parece que la fórmula para buscar la remontada pasa por retrasar la posición de Óscar Valentín a la defensa.