EL TERCER TIEMPO
Me gusta la dupla Óscar-Santi. Creo que Iraola ha dado con la tecla, ha encontrado el tan complicado equilibrio que necesita el centro del campo de un equipo como el Rayo Vallecano. Se han hecho con el puesto de titulares y están comandando la nave rayista con grandes dosis de serenidad y templanza.
Santi Comesaña y Óscar Valentín: equilibrio
Aportan equilibrio y cerebro, algo que la temporada pasada el equipo careció. Recuerdo muchos partidos en los que el equipo se rompía, los rivales entraban como puñales, y de hecho, los datos hablan por sí solos: aquel Rayo Vallecano de Paco Jémez fue uno de los equipos más goleados de la categoría, con 50 goles encajados. No se cómo acabará esta campaña en cuanto a tantos encajados, pero hasta el momento, más allá del naufragio en Ponferrada, me da la sensación de que este equipo es más sólido, compacto, estable y equilibrado; mucho me temo que una gran parte de responsabilidad, a parte del técnico, claro está, es del centro del campo.
Ante el Espanyol, sin grandes extravagancias ni florituras, Óscar Valentín se puso a los mandos del timón de la nave franjirroja, y supo moverse por el centro del campo ahogando cualquier tipo de conexión entre la zona de creación perica y Raúl de Tomás, quien por cierto, dicho sea de paso, no se le vio en Vallecas: vaya zaga la compuesta por Velázquez y Catena que no le dejaron respirar.
En este sentido, Valentín y Comesaña tejieron una conexión que dinamitó cualquier tipo de proyección del Espanyol. No hay que olvidar que el cuadro catalán llegaba como líder, invicto e imbatido, y es verdad que a pesar de que me da la sensación de que vinieron casi de paseo, el trabajo del Rayo en conjunto para ahogar el juego del equipo de Vicente Moreno fue superlativo. Y ahí, una gran parte de culpa fue de Santi Comesaña y Óscar Valentín.
Me gusta mucho el comienzo de temporada que están teniendo el toledano y el gallego. Hacen una dupla que puede ser clave para este Rayo. Son nobles, sencillos, jóvenes y elegantes en la salida del balón. Llevan varios años labrando fútbol, y este puede ser su momento. Solo necesitaban esa chispa de confianza para tener la serenidad en su juego, y ahora están siendo determinantes en este comienzo de curso. Es su momento. Óscar tiene 26 años y Santi 24. Si siguen con la continuidad que están tejiendo, creo que estamos ante uno de los mejores centros del campo de la categoría.
De hecho, el gallego ya ejerce como capitán del navío franjirrojo. Tras 4 años en Vallecas, se ha ganado el derecho a portal el brazalete, y ahora, acompañado por Óscar Valentín en la sala de máquinas, pueden darnos una gran temporada en Vallecas. Espero que todos podamos disfrutar en directo de su fútbol en el Estadio en el tramo final del campeonato, cuando el equipo esté peleando el ascenso.