La despedida de Paco Jémez del Rayo Vallecano deja mucho que desear. Desde el asiento de su coche mediante una videollamada para Telemadrid no parece el escenario más adecuado para el entrenador que más partidos se ha sentado en el banquillo en la historia del club franjirrojo.
La guinda al que siempre ha considerado su año más duro como entrenador y que estuvo lleno de contratiempos. La huelga de asistencia y animación, las lesiones, su desencuentro con el presidente Raúl Martín Presa, la rocambolesca situación de algunos transferibles, el ERTE tras la pandemia… son solo algunas de las circunstancias adversas que se encontró este año en el banquillo rayista.
Con el carácter de Jémez, ha habido muchas de estas situaciones que acabaron en polémica. Estas fueron algunas de las más sonadas.
Jémez y la Junta Directiva del Rayo Vallecano
El hecho de que Paco Jémez se haya marchado del Rayo Vallecano sin una rueda de prensa oficial (ya le pasó cuando fichó por el Granada) o un mensaje en redes no ha sido más que la guinda del pastel a una temporada de desencuentros con la Junta Directiva.
En una comparecencia previa a un partido dijo que llevaba meses sin hablar con Raúl Martín Presa por decisión propia ante la falta de acuerdo sobre muchos aspectos de la gestión del club. Meses esperando recambios a los lesionados y que algunos descartes no salieran del equipo fueron algunas de las causas de sus enfados.
Jémez y los jugadores: Kakuta, Abdoulaye Ba…
No es Paco Jémez un entrenador de los que se esconden a la hora de tener que reprochar algo a un futbolista. Técnico de sangre caliente, como podrá testimoniar Lass Bangoura, esta temporada 2019/2020 no ha estado exenta de polémicas con sus futbolistas.
Y no hablamos de broncas como la que tuvo con Joni Montiel o Alejandro Catena al final de algún partido sino de auténticos enfrentamientos. No debió ser fácil llevar un vestuario donde muchos jugadores (Álex Moreno, Embarba, Kakutá, Abdoulaye Ba…) estaban forzando para ser vendidos. Lo de algunos rozó la indisciplina.
“Kakuta no está por una cuestión disciplinaria y ni está ni va a estar más” dijo Jémez sobre el ex futbolista rayista. Así terminó la carrera de Kakutá en el Rayo Vallecano tras un amistoso en Las Rozas. Eran los momentos finales del partido y el congoleño no había salido al terreno de juego. Mientras otros compañeros que no habían jugado calentaban, un diálogo entre Jémez y Kakuta terminó con el futbolista en vestuarios. Al pasar por delante del entrenador el extremo indicó al banquillo, algo que hizo levantarse al entrenador franjirrojo que tuvo que ser calmado por integrantes delcuerpo técnico.
La presencia de Abdoulaye Ba en la plantilla también generó más de un momento de tensión durante los entrenamientos del primer equipo. Paco siempre dijo que no quería al central en en equipo pero la Directiva nunca estuvo por la labor de venderle negociando un precio inferior al que consideraban que valía el futbolista.
Jémez y Cobeño
La pandemia mundial provocada por el coronavirus hizo que algunos equipos aprovecharan la ley laboral para meter a sus jugadores en ERTE y ahorrarse un dinero pagado por el estado. El Rayo Vallecano fue uno de esos equipos. Pero ante el reinicio de la competición, los futbolistas se plantaron dejando de acudir a los entrenamientos planificados.
Esto generó una nueva polémica en la que Paco Jémez y David Cobeño fueron ‘pillados’ por las cámaras en pleno enganchón. El vídeo habla por sí solo y define el Estado de nervios en el que se movía el director deportivo, cuerpo técnico y jugadores.
Jémez y la prensa: “Al club”
La relación entre Paco Jémez y la prensa que habitualmente sigue al Rayo Vallecano siempre ha sido correcta (no podemos decir lo mismo de la prensa pro-Zidane). Pero esta temporada vivimos uno de los episodios más surrealistas en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano.
Durante los 3 primeros minutos de la conferencia de prensa, la única respuesta que se le pudo sacar al entrenador rayista fue “al club”. Su mosqueo tras la venta de Embarba era considerable.
Jémez y la afición del Rayo Vallecano
Paco Jémez fue durante muchas semanas el último salvavidas al que se aferraba la afición ante el incremento de precios de los abonos en el Rayo Vallecano. Lo intentó pero no lo consiguió. Pero quizá el respeto que se ganó ante la mayoría de aficionados lo perdió para algunos debido al comunicado emitido por plantilla y cuerpo técnico tras lo sucedido en el Rayo Vallecano – Albacete.
En rueda de prensa, el ex técnico rayista fue aún más claro: “Si ellos creen que con la violencia van a tener nuestro apoyo, lo siento mucho, pero no va a ser así. Siempre he estado a su lado y he luchado por ellos. Siempre he creído que son una parte importante para nuestro equipo, pero cuando ya entramos en situaciones políticas y de agresiones, conmigo que no cuenten. Que me quieren insultar, me da lo mismo. He tenido reuniones con ellos y saben cómo soy. Los nazis tampoco me caen bien. No comulgo tampoco con eso, pero hay situaciones que hay que medir, porque luego se va de las manos y mira la que se ha armado. Nadie ha dicho que se les prive de manifestar nada, pero las consecuencias las pagamos en el club”.
Jémez y ‘el ruso’ Braislovsky
Esta polémica nos pilló algo alejada pero tocó tuvo desperdicio. ¿Un enganchón en pleno directo con insultos y menosprecios entre un entrenador de fútbol y un comentarista? “Tú no me llegas a la suela de los zapatos”. ¡Showtime!
Jémez y el VAR
Cerramos el repaso a las polémicas de la temporada de Paco Jémez con la opinión del videoarbitraje. Con el paso de los partidos, el uso del VAR, tanto si beneficiaba a los rayistas como si les perjudicaba, ha ido cabreando cada vez más al técnico nacido en Canarias.
Empezó con algo suave: “El fútbol se lo ha cargado gente que decide sobre cosas de fútbol pero que no es de fútbol. Yo si opino de cohetes seguramente se estrellará. Esto no es fútbol, es otra cosa y hay que denominarlo de otra manera. Esto se nos ha ido de las manos a todos, sobre todo a ellos. Un deporte precioso se ha convertido en una comparsa”.
Y terminó el año dando rienda suelta a su cabreo: “Vamos a condenar a este gran deporte a convertirse en lo que se ha convertido: en una vergüenza y en una bazofia. Estás en el campo y ya no sabes a qué atenerte. Se te pitan penalti por cualquier cosa. Se pitan faltas por unas cosas, por otras no. Hay una disparidad de criterios y una falta de confianza en los jugadores tan grande que los resultados pueden ser cualquiera”