Cuatro partidos oficiales ha jugado el Rayo Vallecano frente al Leganés esta temporada. Tres derrotas y un empate es el bagaje. Este lunes, la bestia negra de los franjirrojos volvió a aparecer. Ni contr diez pudieron los de Míchel. Dos tantos tras sendos saques de esquina (Braithwaite y En Nesyri) hicieron caer al Rayo a la lona. El tanto rayista lo puso Álvaro García.
El partido se jugó en la grada, al menos en la primera media hora. Sobre el verde, nada interesante. Unos cuantos pases, unas cuantas llegadas del Leganés y poco más. Arriba, en los asientos, llenazo absoluto. No era para menos. No todos los días tu equipo humilde y de barrio tiene la ocasión de colocarse 13º tras un inicio de temporada muy duro.
Y en el minuto 10 la protesta conjunta de ambas aficiones. De espaldas y en silencio en contra de los horarios intersemanales. Así lo prometieron y así lo hicieron. En el campo, mientras tanto, tanto franjirrojos como pepineros parecía que se habían sumado a la protesta dejando pasar el tiempo sin apenas crear ocasiones.
Quizá por la protesta, quizá por la baja de Comesaña o quizá por relajación, pero el Rayo estaba dormido. Le faltaba tensión competitiva y, si bien el Lega tampoco llegaba mucho, sí que lo hacía con más frecuencia. De hecho, los de Míchel no hacían más que conceder córners en contra y, en el quinto, llegó el cabezazo impecable de Braithwaite tras el centro de Jonathan Silva. Golazo del danés que, en menos de un mes, ya lleva tres tantos entre Liga y Copa.
Desde el banquillo franjirrojo no lo veían nada claro y Míchel movió ficha en el descanso. Franco di Santo por Abdoulaye Ba. Debut del argentino y vuelta a la defensa de cuatro. No surtió todo el efecto que el Rayo hubiese deseado, pero los locales creaban más peligro.
Entonces llegó el cruce de cables de Nyom. Álex Moreno peleaba por el balón en un córner, y el central llegó pasado de vueltas y con los tacos por delante. Roja directa. Por mucho que se quejó no había dudas, no se puede entrar así. Suerte que Álex Moreno salió ileso.
Con uno menos, el Leganés se encerró. Pérdidas de tiempo, parones… los pepineros querían defender el 0-1 con uñas y dientes. Fue entonces cuando apareció Cuéllar para hacer una de las paradas de la jornada. Espectacular mano a un remate de Di Santo que parecía imposible de detener. Acto seguido, Álvaro García empujaba un rechace para poner el empate. Locura en la grada… que duró muy poco.
En la siguiente jugada, el Leganés sacó un córner que, tras un rebote, se coló en la portería de Dimitrievski. Los dos tantos en contra de córner. De nuevo el balón parado…