El Rayo Vallecano tenía a su disposición un nuevo tapete para el estadio de Vallecas. El estado del terreno de juego era una incógnita pero, a diferencia de otras jornadas, aguantó mejor de lo esperado y esta vez no fue una de las noticias negativas del encuentro frente al Elche.
En muchas ocasiones, el césped del estadio franjirrojo, ha sido protagonista en los encuentros del equipo. Ante el Valencia, destacó su mal estado y fue comentado por ambos entrenadores. Después de este choque y aprovechando el parón de selecciones, el terreno, de juego se cambió para realizar la transición de verano a invierno. Esta sustitución hacía prever que el campo iba a presentar mejores condiciones y, aunque en un principio no parecía que esto iba a suceder, aguantó todo el encuentro
Ante el conjunto ilicitano, el césped, parecía estar blando pero esto se puede debe a us reciente plantación y a un abundante riego. Durante el encuentro, se levantó en varias ocasiones y se pudieron ver algunos resbalones pero no condicionó el juego de ambos equipos. El balón circulaba con total normalidad y se pudo disfrutar de un gran choque con victoria rayista.