El nigeriano Uche Agbo se estrenó como jugador del Rayo Vallecano en un escenario que no era el más propicio. No fueron muchos minutos, cerca de 20, pero fueron los más importantes del partido, cuando el Rayo se jugaba seguir con vida o certificar su defunción.
Con un gol de ventaja ante un rival que está peleando por Europa y que se iba a ir arriba a por el empate, Paco Jémez optó por sacar al ex jugador del Standar de Lieja para dar aire y consistencia a su equipo. Y el africano cumplió con nota.
De hecho una acción suya dejó una de las miles acciones llamativas del entrenador canario desde la banda, que se volvió loco a animar a Agbo cuando este decidió tomar la arriesgada decisión de salir de su zona para ir a presionar. El Rayo recuperó el balón y Paco Jémez dejó bien claro desde la banda que estaba contento con aquella decisión.
No solo estuvo a buen nivel en cuanto a lo defensivo que es lo que se le pide si no que tuvo criterio las pocas veces que tuvo que decidir con la pelota en los pies, además en los momentos donde más quema. El granito de arena que aportó desde el banquillo finalmente sirvió para dejar los 3 puntos en Vallecas y este es el claro ejemplo de que todos deben estar para cuando se les necesite.
Por cierto, casualidades de la vida, Agbo ya coincidió con Paco Jémez durante la etapa del técnico en el Granada y tres años después, se han reencontrado en este Rayo. No contaba mucho para Míchel pero la llegada de un viejo conocido puede abrirle la puerta de más minutos. El mediocentro nigeriano ya conoce el fútbol español de sus dos etapas anteriores en el club granadino y además ha jugado en el Udinese y en el Watford.