Cuando Spike Lee reunió a uno de los mejores repartos afroamericanos e italianos de la historia del cine para hacer la cinta que titula este texto no se refería ni al Vasco Aguirre, ni a los jugadores del Rayo Vallecano ni al votante europeo de Eurovisión ni,por supuesto, al asesino supremacista blanco que recorrió varios cientos de kilómetros para matar a negros al convencerse de que la teoría del reemplazo, esa grave estupidez racista y mal intencionada que dice que el mestizaje busca el exterminio de la raza blanca se resolvía a base de tiros.
Cada uno lleva el sentido del deber como puede. Mookie, personaje protagonista encarnado por el propio Lee inicia un estallido de violencia entre italianos y negros pero probablemente salve la vida a su jefe, italiano, al hacerlo.
El Rayo Vallecano hizo un ejercicio de profesionalidad en Son Moix donde cayó ante el Mallorca por dos goles a uno.
Mientras pudo el Rayo controló el partido, tuvo sus ocasiones para ganar y perdió, como no podía ser de otro modo ante el equipo de Aguirre.
El mexicano se ha convertido desde su paso por Osasuna en ese mister al que los presidentes dan las llaves y el volante de sus clubes en caso de necesidad.
Lo hizo en Pamplona donde se rompió con una lesión grave su sueño de futbolista pero lo alivió llevando a los pamplonicas a jugar la Champions desde el banquillo. Lo hizo en el Atleti donde devolvió a los colchoneros a la máxima competición continental y casi lo logra en Leganés donde,sin balas, las robadas a base de talonario por Barça y Sevilla llevó a los pepineros a pelear por la permanencia hasta que Florentino dictó sentencia.
Ayer entendió que necesitaba jugadores que no se equivocaran al principio. Le sirvió para adelantarse con un gol de Muriqi, delantero dolor de muelas ante el que, si juegas sin tensión saldrás perdiendo como ocurrió en el gol bermellón.
El Rayo sin embargo siguió a lo suyo y el Mallorca, preso de la responsabilidad fue achicándose ante una franja que pudo empatar a través de Falcao o Nteka pero lo logró gracias a Pathé Ciss que estampó en las redes un centro tenso desde la esquina Álvaro García. El senegalés remató cerca de la línea de gol ante el incrustamiento de la zaga mallorquinista.
Aguirre y el Rayo, con el sentido del deber a flor de piel hicieron cada uno su parte. Los de Iraola intentaron la victoria con escasos mimbres y el Vasco puso en la cancha a los jugones Dani Rodríguez, Kang In Lee y Take Kubo, jugadores atrevidos,osados sin miedo y con clase y a Abdón Prats, goleador de partidos de bigotes que mandó al Deportivo al infierno y que finalmente y con toque de fortuna anotó el gol de la victoria al rematar tan rápido como pudo, cruzar la pelota por debajo de las piernas de Balliu y rozar la pelota lo suficiente en el lateral rayista para convertir un tiro peligroso en un gol salvador.
El Rayo, aún así buscó el empate,unas tablas que hubieran llegado si Mamadou Sylla, flamante fichaje invernal y goleador procedente del peor equipo de primera hubiera hecho lo que debía que era aprovechar el regalo llegado desde el costado izquierdo. En su lugar, Sylla envío al mar el balón y las opciones de empate de la franja que hizo lo que pudo.
El Rayo se despedirá ante el Levante en una suerte de fiesta de despedida para algunos y celebración anticipada de aniversario y el Mallorca buscará salvarse ante un equipo honrado como Osasuna donde Aguirre es hijo predilecto.
De lo de los partidos al mismo tiempo y los transistores ya ni hablamos. ¡Qué gozada!
PD Vean el final de la película de Spike Lee. La contraposición del mensaje pacifista de Martin Luther King con el de Malcolm X es pura esencia humana.