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Primer equipo

Sudores fríos

Cada cierto tiempo sale en los medios un estudio sobre las bondades de la siesta. Se cuenta que alguna empresa instala espacios en sus oficinas y algunos recordamos ese rato en el sillón después de comer o incluso esa liturgia de pijama y orinal de casi dos horas tras un madrugón importante.

Al Rayo Vallecano casi lo despierta a voces el Mallorca en un empate que dio tanta paz como gloria llevó.

Lo cierto es que el equipo de Francisco salió bien despierto. Fruto de esa atención fue el primer gol de la franja. Unai López encima a Darder que falla el pase, Álvaro inicia la contra, Camello supera de ruleta a varios rivales y la pone para García que anota de caño.

El Mallorca parecía aplatanado por el calor sofocante de Vallecas y los locales controlaban el partido de un modo tan plácido y cómodo que la pausa de hidratación fue un auténtico tiempo muerto para los bermellones.

La llamada al orden de Aguirre supuso el despertar de los baleares que al fin se presentaron al partido.

Unai López pudo sentenciar con un tiro libre convertido en delicado pase a la cruceta pero aquello supuso el canto del cisne rayista. Muriqi apareció y Aridane, que ya había avisado, volvió a ser ese hito colocado por el ayuntamiento del que no se sabe demasiado bien para que sirve.

El 7 visitante,correoso y noble dio varios aviso al canario y al final, cansado, cumplió su función y marcó el empate al borde del descanso .

Debió gustar el concepto “microsiesta” en el bando rayista ya que tras un comienzo competitivo del segundo acto el centro del campo y zaga de la franja decidieron sestear tanto que le dieron un cuarto de hora de cortesía para pensar a Darder. Tras quitarse mas que la presión la sorpresa de encima, Sergi puso un buen balón profundo para Sánchez que superó de primeras a Dimi.

Luego llegó el “jemecismo o muerte” o el “yo o el caos” de Francisco y el Rayo acumuló sin ton ni son gente en la zona de ataque a ver si colaba.

RDT rondó la tragedia en varias ocasiones por sus enganchones con la zaga mallorquinista pero de su pique con Gio González salió el empate. A punto de ser expulsado minutos antes,la pelea en un balón caído del cielo con el uruguayo terminó con este golpeando el balón con el brazo. Y Melero señaló penalti…

Radamel Falcao juega en el Rayo para estas cosas. Juega poco, las lesiones y molestias le dan para lo justo y cuando sale sabe que es a la desesperada, a enganchar un balón por arriba, un rechace o asumir la responsabilidad cuando los demás temen. Radamel lo tuvo claro. Ese balón era suyo. Un año sin marcar para Falcao es un año sin respirar.

A punto estuvo de dejarnos sin aire. El colombiano lanzó el penal mal y Rajkovic lo detuvo un palmo adelantado. La providencia,el VAR y Melero permitieron la repetición y el caballero de la armadura oxidado recordó su valía, respiró profundo,se concentró e hizo lo que mejor sabe. Gol para él y empate para el Rayo que dio una tarde de sudores fríos y certezas preocupantes como lo son tener una zaga y entrenador que trabajan a tipo parcial y un capitán eterno que se quita el brazalete de modo definitivo en señal de protesta, harto de la falta de respeto a afición y profesionales, cansado del maltrato recibido por un dueño envidioso,vanidoso y mediocre. Más Trejos en el futbol hacen falta. Gracias Óscar. Lo tuyo es un puntazo.

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