En ocasiones un infortunio puede convertirse en la mayor de las suertes.
Cualquier aficionado que se aprecie, tanto el que gana como (sobre todo) el que pierde repiten en su cabeza a modo de bucle los momentos definitivos de un partido.
Se hace difícil dormir al recordar ese balón parado por el meta rival, esa patada a tiempo que pudo faltar en el primer gol visitante o como los jugadores del otro equipo debieron beber de la poción mágica de Panoramix para marcar esos golazos.
Mi desdicha fue no poder verlo en directo
En estos casos el sufrimiento es menor, ves con gozo como Álvaro García le comió la tostada a Sabaly, admiras resignado , con el resultado conocido, el gol de Borja Iglesias convertido en Ronaldo Nazario y te sorprendes al preguntarte qué clase de cepa o mutación pudo ocasionar que William Carvalho, al que se le concedía cierta clase fuese por unos segundos Romario de Souza.
No ver el partido en directo te ahorra evidencias como que el Rayo Vallecano en pura lógica es un equipo cansado, que el Betis es un conjunto muy en forma y sobre todo que para los que lo vieron en tiempo real parece difícil la remontada.
La mayor de las penas
Tristeza máxima fue no poder estar en la grada ni el barrio, no poder disfrutar de una noche histórica, la adrenalina y la emoción de miles de gargantas alborozadas. ¿Porqué no pensar que la escena se pueda repetir el día de San Jorge en Sevilla? La derrota está olvidada, es tiempo de ilusión.
¿Y si?
Ceñirse a los hechos plantea dos opciones, ser un pesimista resignado o un optimista informado.
El caso es que la eliminación del valor doble de los goles en campo contrario abre la puerta a una remontada complicada y no exige una locura de goles en el Benito Villamarín.
El calendario y los deberes
El mes de febrero debe ser para el Rayo el de terminar los deberes que están en la pizarra. A principios de curso la tutora liga dejó un montón de problemas en la pizarra aparentemente muy complicados pero que están casi terminados, Osasuna y Elche pueden ser las sumas que faltan para llegar a marzo con ganas de ir a jugar al recreo.
El calendario, una dura losa
El favorito en la eliminatoria, el Betis tiene la pesada carga de ser un gran equipo. En fútbol los grandes resultados solo acarrean éxito al que gana, a los demás les endosa cargas. El conjunto verdiblanco recibirá a la franja tras haber disputado en casa la vuelta de la Europa League ante el Zenit ruso y haber visitado en “partido de todas las miradas” al Sevilla. El choque de vuelta de las semifinales de Copa será su tercero en siete días y tres días después los de Pellegrini reciben al Atlético de Madrid en un partido crucial de cara a sus opciones de jugar la Champions League la próxima temporada.
El calendario y los idus de marzo
El Rayo recibe al Real Madrid cinco días antes de la visita al Villamarín y quién sabe si se pueden adelantar los idus de marzo al día 3. El partido puede ser un engorroso trámite para el Betis y si febrero se le hace ventoso marzo se le podría hacer lluvioso.
¿Porqué no?
Ventaja de no haber visto el partido en su momento es mantener la ilusión intacta, pensar en que no siempre te harán goles así y que torres mas altas han caído.
Leí que Felipe VI es víctima del mayor virus de nuestro tiempo, el Sars no sé qué de todos los santos.
Toda desgracia tiene una parte buena. El monarca podrá ver en Sevilla, bien inmunizado, a un equipo republicano levantar la Copa.
¿Porqué no?