“MUERTE SÚBITA EN VALLECAS”
El Rayo Vallecano cayó eliminado de la Copa del Rey tras una fatídica tanda de penaltis frente al Nástic de Tarragona. Los de Sandoval fueron superiores todo el partido, pero la falta de acierto, unida a la nula fortuna, fueron rémoras suficientes para no conseguir el pase
Comenzaba el Rayo llevando la iniciativa del partido. Lass Bangoura amenazaba desde la diestra, pero la zaga tarraconense se mostraba contundente.
No se haría esperar la réplica de los visitantes. En el minuto cinco, Suzuki remataba de cabeza en el segundo palo un saque de esquina, pero el balón se iba lamiendo el palo derecho del arco defendido por Gazzaniga. Las imprecisiones se sucedían en uno y otro equipo, pero era el Nástic el que daba mayor sensación de peligro. Emaná advertía de nuevo con un lanzamiento desde la frontal, pero el balón se iba muy desviado.
Sin embargo, la primera ocasión clara del partido sería para los de Sandoval. Nacho trenzaba un pase interior para Álex Moreno, que le ganaba la espalda a los centrales y efectuaba un disparo ante Dimitrevski que mandaba él meta a saque de esquina.
Toma y daca el que se estaba viviendo en Vallecas. Juan Muñiz remataba centrado para los tarraconenses, mientras que Miku hacía su aparición en el duelo con un remate manso desde la corona del área, se cumplía el veinte de partido.
El dominio alternaba de un área a otra, y era de nuevo Nacho el que volvía a poner a prueba al meta visitante con un lanzamiento lejano. Parecían los mejores minutos rayistas, sin embargo, la suerte volvía a dar la espalda a los de Sandoval.
Se cumplía el minuto veintitrés, cuando un centro botado desde la izquierda por Ferrán llegaba a la cabeza de Maloku, que en la frontal del área pequeña efectuaba un remate centrado que se colaba por debajo de las piernas de Gazzaniga. 0-1, tocaba remar a contracorriente.
Los tarraconenses aprovecharon la coyuntura para ceder unos metros, ahora era el Rayo el que monopolizaba el esférico, pero la previsibilidad de los ataques rayistas desesperaba a los impacientes parroquianos.
El primer tiempo agonizaba y el Rayo intentaba irse al descanso al menos con un empate. Un centro raso de Nacho llegaba a los pies de Pablo Clavería, que en el área pequeña enviaba el esférico por encima del arco. No era un Rayo sublime, pero la renta visitante era excesiva acorde a lo que se estaba presenciando en Vallecas. Gazzaniga volvía a sembrar el pánico en la grada. Fue tras un lanzamiento de falta sin aparente peligro, cuando el meta argentino se veía obligado a enviar el balón a córner de forma poco ortodoxa. El primer tiempo finalizaría con un Rayo desesperado y un Nástic atemperando los segundos finales. 0-1.
Comenzaba la segunda parte y José Ramón Sandoval intentaba reactivar a su equipo. Trashorras y Manucho entraban al verde en detrimento de Pablo Clavería y Piti. La templanza del gallego y la corpulencia del angoleño como acicates para revertir un partido que empezaba a pintar negro.
Precisamente Manucho generaba la primera ocasión del Rayo en el segundo tiempo, pero su centro no encontraba rematador. Era un preámbulo de lo que iba a pasar segundos después. El Rayo apretaba, y en una larga jugada, Quini ganaba línea de fondo para poner un centro raso desde la diestra, en esas aparecía Manucho, que efectuaba un remate centrado dentro del área para, a renglón seguido, colarse en el fondo de la portería de Dimitrevski. Era el cuarenta y ocho de partido y el Rayo conseguía la igualada. 1-1.
El Rayo robaba en zona de pánico, y el 2-1 se mascaba con el paso de los minutos. Álex Moreno volvía a poner un centro desde la banda, pero Manucho no conseguía llegar al cuero por poco. El Nástic se veía superado, y solo cuando el balón pasaba por los pies de Juan Muñiz los tarraconenses podían respirar aliviados. Eso y las dudas de Gazzaniga en la meta rayista.
Pasaban los minutos, y el Rayo, pese a llevar la total iniciativa del partido, sufría para generar situaciones de peligro. Era Miku el que lo intentaba, pero su remate se iba muy desviado tras un buen centro raso de Lass desde el perfil zurdo. Se cumplía el setenta de partido.
Movía pieza Vicente Moreno, para hacer un flaco favor a su equipo tras lo que se había visto en ese momento. Juan Muñiz, el mejor de los tarraconenses, dejaba su sitio en detrimento de Rharsalla. Faltaban diez para el noventa.
Se consumían los minutos y la prórroga asomaba a la puerta. El Nástic la firmaba desde hace varios minutos, mientras que el Rayo empezaba a caer en la desesperación de ver que, con el paso de los minutos, la eliminatoria empezaba a tener un tremendo tufo a alargue.
El partido agonizaba con un saque de esquina de Trashorras, y la prórroga ya era una realidad, o al menos eso pensaban los presentes.Era la última jugada del tiempo reglamentario, cuando un balón largo acabaría en los pies de Lass. El guineano ganaba la espalda a la zaga, y cuando intentaba poner el balón por encima de Dimitresvski, este le arrollaba dentro del área, penalti.
Sería Miku el que se encargaría de lanzarlo, pero el meta tarraconense se iba a resarcir de su error, adivinando la trayectoria al vinotinto. Emoción a raudales, tiempo de prórroga. 1-1.
Comenzaba él añadido y lo hacía con susto para los de Sandoval. Emaná se plantaba solo ante Gazzaniga, pero el delantero cruzaba el esférico en demasía ante la salida del meta. Habían empezado mejor los tarraconenses en el añadido, y fruto de ello, el recién incorporado Álex López tendría una ocasión inmaculada, pero el dubitativo Gazzaniga se resarcía de su espeso partido con una manopla espectacular.
El Rayo daba la réplica, gracias a un disparo de Manucho que obligaba a Dimistrevski a emplearse a fondo. Sandoval daba entrada a Ernesto Galán en lugar de un desalentado Álex Moreno, que no tuvo su mejor tarde. El primer acto de la prórroga acabaría con susto para el Rayo. Era de nuevo Emaná el que sembraba el pánico con un remate de cabeza alto dentro del área pequeña. 1-1.
El Rayo comenzaba la segunda parte con una clara ocasión de Quini, pero su remate se iba rozando el palo izquierdo de Dimitrevski tras un gran centro raso de Nacho. El cansancio empezaba a hacer mella, y las imprecisiones empezaron a convertirse en una constante. Las internadas de un omnipresente Nacho empezaban a convertirse en la gran baza rayista, mientras que el Nástic anhelaba ferviertemente un pitido final a modo de muerte súbita. El segundo acto de la prórroga acabaría con un lanzamiento de Trashorras. La eliminatoria de iba a decidir desde el punto de penalti.
En la tanda de penaltis, y tras siete lanzamientos efectuados por uno y otro equipo, los fallos de Trashorras, Nacho, y Quini condenaron al Rayo Vallecano, que puso así punto y final a su andadura en la competición del K.O. Una pena tras un esfuerzo extenuante de los de Sandoval. Toca remar y rehacer en liga ante el Numancia.